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as mal llamadas cuotas sin interés quedarán en el olvido. A partir del próximo 1 de febrero, los comercios estarán obligados a transparentar los precios de los productos que venden y diferenciar el valor de contado del financiado. Mediante una resolución que se publicará este miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno obligará a que los locales comerciales exhiban el precio por pagar en efectivo, tarjeta de débito o en un pago con tarjeta de crédito; el valor de cada cuota y el costo financiero total de abonar a plazo. Los planes Ahora 12 y Ahora 18 permanecerán vigentes, pero también contemplarán la aclaración del costo financiero, que equivale al 10 y 15%, respectivamente. Así lo anunciaron el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Comercio, Miguel Braun, durante una conferencia de prensa realizada este martes en la Casa Rosada. Además de obligar a exhibir los dos precios desde el próximo jueves 1, la norma prohibirá la promoción de cuotas sin interés cuando exista un costo de financiamiento implícito y establecerá multas de hasta $ 5 millones para los que no cumplan con la resolución. Inspectores de las áreas de Lealtad Comercial y Defensa del Consumidor se encargarán de hacer cumplir la norma, pero los consumidores podrán denunciar infracciones. Hoy los consumidores que compran al contado pagan el mismo precio que los que compran en cuotas, por lo que están pagando un costo de financiamiento que no utilizan, ya que los comerciantes lo incluyen en el precio y cobran el mismo valor con cualquier forma de pago. Con la medida, el Gobierno cree que bajarán los precios de contado entre 10% y 15% por la competencia entre comercios y que también habrá mayor puja entre los bancos para ofrecer mejores condiciones de financiamiento a los comercios. La resolución que se publicará hoy introduce una aclaración al artículo 37 de la Ley de Tarjetas de Crédito (25.065), que establece que no puede haber diferencias entre los precios "de contado y con tarjeta". Para poder habilitar la diferenciación, la modificación especificará que cuando se menciona la palabra tarjeta hace referencia a las compras en un pago con débito y crédito. Es decir que no puede haber precios distintos para los pagos en efectivo o en un pago con plásticos. Pero "se presume que el costo de la financiación implica un precio diferente a la operación efectuada en un solo pago, aclara el comunicado de Producción. A modo de ejemplo, si hasta ahora un producto se paga $ 1200 en efectivo, un pago con tarjeta de débito o crédito o en 12 cuotas de $ 100, a partir de hoy el cartel del comercio deberá aclarar que $ 1200 es el precio de contado y que si lo quiere financiado en cuotas pagará un recargo, que dependerá de lo que deba pagar el comerciante al banco por el financiamiento. En la conferencia, Cabrera consideró que la norma se aplica en un momento "de normalización de la economía y con la inflación en baja". "El próximo paso era transparentar los precios. Queremos que los consumidores puedan elegir cómo, cuándo y qué pagar entendiendo el precio real y cómo está compuesto", dijo el ministro, quien además agregó que hoy la financiación llega con un interés implícito del 50%. Además, el funcionario aclaró que hay mucha gente que no compra en cuotas porque no tiene acceso a los medios de pago electrónicos y se ve perjudicada con un precio irreal. Se trata, en su gran mayoría, de los sectores de menores recursos, lo cual implica un impacto distributivo regresivo, planteó, según consignó El Cronista. Con la reducción de los precios de contado, el Gobierno apunta también a seguir consolidando la reducción del Indice de Precios al Consumidor (IPC) debido a que el Indec toma en cuenta los valores de lista. Es también por eso que algunos funcionarios están en contra de las promociones, que ya los comerciantes adoptaron como estrategia de venta y que distorsionan el verdadero precio del producto. Tras el anuncio, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) salió a respaldar la iniciativa porque "otorga racionalidad al precio de venta y equipara la distorsión que se produce en el mercado por dicha situación". La entidad recordó además la presentación realizada en agosto pasado ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, en la que denunció los "altos costos del sistema de tarjetas de crédito y débito". Desde el supermercadismo advirtieron que el nuevo sistema retraerá las ventas, ya que diversos estudios de mercado realizados por el sector detectaron que los consumidores están habituados al sistema de "cuotas sin interés", ya que funciona desde el punto de vista del marketing, así como ocurre con las promociones.