D
e la redacción de INFORME DIGITAL Hacia el final de un dictamen de comisión que se prolonga por más de 70 páginas, y que la Cámara de Diputados de la provincia aprobó por unanimidad el pasado martes, los legisladores concluyen en que “las conductas del juez descriptas a lo largo del desarrollo del presente dictamen revisten la suficiente entidad para configurar la causal de ‘mal desempeño’”. Pero, además de las pruebas, los diputados citan al propio Carlos Chiara Díaz en algunas consideraciones llamativas que otrora realizaba en doctas publicaciones jurídicas. Los legisladores concluyeron en que se ha “encontrado en la conducta del magistrado un patrón común que se repite sistemáticamente a lo largo de los últimos 10 años”. El modus operandi habría consistido en que el juez, “al momento de solicitar (al STJ) autorizaciones para ausentarse de la jurisdicción, licencias, viáticos y pasajes, omitió deliberadamente informarle (al STJ) los verdaderos motivos de sus ausencias, invocando ‘cuestiones vinculadas a la vocalía’”. Pero los legisladores no se limitaron a la información brindada por universidades en las que magistrado daba clases y el STJ, sino que advirtieron que el mismo juez ahora juzgado ha dedicado parte de su propia elaboración teórica a evaluar “El Perfil del Juez” que debe seguir todo alto jurista. El texto dictaminado reconoce que “no podemos dejar de señalar” lo redactado por “el propio Dr. Chiara Diaz, en artículo publicado en Jurisprudencia Argentina, año 1996, tomo III, página 660”. Allí, el suspendido juez supremo entrerriano decía: “la sociedad necesita jueces de tiempo completo, que se dediquen con amor y sin especulaciones a sus tareas judiciales, como objetivo principal de sus vidas. No hay espacio para quienes van a calentar una silla, están pendientes de que se cumpla el horario a fin de liberarse y asumir otros menesteres o que agudizan el ingenio para gozar de todas las licencias”. Los resultados de las señaladas maniobras habrían conllevado que Chiara Díaz “percibió, por el mismo día y por idéntico traslado”, contribuciones económicas del Poder Judicial de Entre Ríos “en simultáneo con distintas Casas de Altos Estudios”, que el magistrado “tiene niveles de ausentismo en extremos” que derivan en su “retardo en la prestación del servicio de justicia” y manejarse en “umbrales de dedicación mínimos”, según se lee en el dictamen al que accedió INFORME DIGITAL. En conclusión, y oposición a lo que el propio vocal teorizaba, los diputados afirmaron que la documentación recogida “constituye prueba suficiente para demostrar que, en reiteradas oportunidades, el doctor Chiara Díaz dijo una cosa en el STJ pero, en realidad, se ausentó para realizar otras actividades (por las que, como vimos y continuaremos analizando, también percibió compensaciones dinerarias e incluso, a veces, también viáticos)”.