E
l cura sanador de Lucas González, Juan Diego Escobar Gaviria, fue denunciado este viernes ante la justicia de Nogoyá, luego de que dos religiosas pertenecientes a las monjas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio Castro Barros de Lucas González, hicieran una exposición por una serie de hechos que le relataron a una de ellas los padres de un niño de 11 años. Habría una segunda víctima, de 12 años, sobre la que también se contarán detalles en próximos días. Según los testimonios, Escobar Gaviria los encerraba en una habitación de la parroquia y abusaba de ellos sistemáticamente. Los dos pequeños ofician de monaguillos en la parroquia de Lucas González. Los hechos estaban bajo conocimiento del arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puíggari, quien avaló la presentación ante la justicia y, a la vez, dispuso una investigación diocesana interna. Además, separó del lugar al cura Escobar Gaviria, quien habría sido enviado a un lugar no determinado de Paraná. El defensor oficial de Nogoyá, Oscar Eduardo Rossi, acudió de inmediato al fiscal auxiliar Rodrigo Molina y éste dispuso algunas medidas urgentes. Por lo pronto, para esta semana están citados los padres del menor y también habrá una cámara Gesell a uno de los niños, a fin de avanzar en la investigación que involucra al cura, publicó Análisis Digital. El cura colombiano ya no está más en Lucas González. Lo dieron a entender los dos curas que llegaron desde Nogoyá a oficiar misa en la parroquia del pueblo. “Estaremos por varias semanas por aquí”, dijeron. Habría sido separado del cargo por el conductor del Arzobispado de Paraná, monseñor Juan Puíggari. Cura polémico Juan Diego Escobar Gaviria, de la Parroquia San Lucas Evangelista de Lucas González, es conocido en el país e incluso en el exterior, por sus virtudes como sanador y pertenece a la orden del padre Ignacio Peries, con sede en Rosario, pero con fuerte inserción también en Paraná. Es oriundo de Medellín (Colombia) y hace once años que se encuentra en Lucas González, después de transitar por la pequeña localidad de Timbúes (provincia de Santa Fe) y concretar un paso fugaz por Paraná. También es recordado por ser el único sacerdote que hizo una enérgica defensa del sacerdote Marcelino Moya, denunciado ante la justicia de Villaguay por abusos de menores, entre 1993 y 1997. Para el colombiano, la Iglesia estaba “sufriendo una gran persecución. Quieren ensuciar a la Iglesia de cualquier forma”, según dijo entonces. Esa vez se preguntó “por qué ahora, después de tantos años, sale a la luz todo esto. Sabemos que la Iglesia entera, no solamente en Argentina, sino en todo el mundo, está sufriendo una gran persecución, como para quitarle credibilidad”. “Ya no atacan a la Fe como tal, ya no discuten la cuestión de Jesús, sino que van directamente por los miembros de la institución, que somos seres humanos”, afirmó Escobar Gaviria luego de conocerse el caso de Moya, en diálogo con El Observador de Crespo. A su vez, fue el mismo sacerdote que habilitó la llegada a Lucas González de la monja carmelita Luisa Toledo, desplazada del Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de Nogoyá, luego del escándalo por presuntas torturas reveladas hace unos meses. Según registró Análisis, Escobar Gaviria siempre se mostró rodeado de chicos de entre 10 y 13 años, sus monaguillos, pero también de pequeñas de esa edad, ya que creó el cuerpo de chicas monaguillas. Hizo además importantes modificaciones en la parroquia, en los pisos o con la instalación de numerosas cámaras de seguridad. Los 13 de mayo, en que se celebra su cumpleaños, se viven como una fiesta del pueblo, con venta de tarjetas, sorteos y donaciones que se requerían en semanas previas.