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Queda prohibido que en esta sesión que se aplauda, que se haga sapucai o zapateo, no se puede hacer nada en esta sesión", sentenció el presidente del Concejo Deliberante de Libertador San Martín, Sebastián Rodríguez, tras el aplauso de un vecino que celebraba el tratamiento de un dictamen. De inmediato el viceintendente dispuso que se vote la permanencia o expulsión del mentado poblador del recinto y, tras la negativa del bloque opositor, terminó por levantar la sesión. Ocurrió que la algarabía del vecino, que se encontraba en la banca ciudadana del salón, motivó que el viceintendente y titular del HCD decida suspender la sesión, apelando al artículo 99 del reglamento, que expresa la prohibición del bullicio en la sala. Concejales del Partido Justicialista expresaron su repudio ante lo que consideraron una muestra de “autoritarismo” por parte de Rodríguez, que asumió electo por la Alianza Unidad Vecinal. “Me amenazaron diciéndome que me iban a sacar por la fuerza pública si volvía a aplaudir” sostuvo el presunto damnificado, Hugo García. “Abusan del poder y se creen dueños del concejo deliberante. El único derecho que tenemos como vecinos es venir a presenciar en la banca ciudadana, cómo no voy a poder aplaudir”, agregó el indignado habitante de la localidad del departamento Diamante. El vecino agregó que incluso “dijeron en un momento que yo estaba pago. A mi nadie me paga para ejercer mi derecho de ciudadano, yo les pago a ellos con mis impuestos para que estén ahí”. Luego del altercado, la concejal peronista Karen Galarza relató que Rodríguez sometió a votación “la estadía del vecino en el cuerpo”, ante lo cual “los cinco concejales vecinalistas levantaron la mano para que se vaya. Nosotros dijimos que no estábamos de acuerdo de expulsar a un vecino. Si bien él aplaudió, no interrumpió en ningún momento un discurso ni generó algún tipo de alteración en el orden de la sesión”. Según la narración de la edil opositora “los vecinalistas se levantaron y el presidente del consejo levantó la sesión”. El reglamento del Concejo Deliberante de Libertador San Martín plantea en el artículo 99 la prohibición de “todo tipo de bullicio que altere o interrumpa el orden de la sesión”. En tal caso, el presidente tiene la potestad de suspenderla momentáneamente hasta que se solucione el problema y luego continuar. “Una cosa es el bullicio escandaloso y otra cosa es un aplauso", reflexionó Galarza. El incidente que derivó en la cancelación de la sesión se dio en el marco de algunas diferencias en torno a un proyecto sobre el “nacimiento del municipio”, según comentó la concejal. “Nos queda la duda de por qué, si habían aprobado el día anterior el dictamen, al día siguiente cambian de opinión y quieren frenarlo, tomando como excusa un aplauso de un vecino”, concluyó Galarza.