E
l entrecruzamiento de llamadas entre los presuntos participantes del acto de amedrentamiento contra la vivienda del intendente de Basavilbaso, Gustavo Hein, será el siguiente paso que dará la Justicia para esclarecer el caso que mezcló condimentos políticos y policiales sin medias tintas. La información que contengan los teléfonos celulares que fueron secuestrados la semana pasada en un allanamiento realizado en una propiedad de Basso podría determinar si son más de dos las personas involucradas en el hecho. Son cuatro los celulares que serán peritados a pedido del fiscal de Concepción del Uruguay Fernando Martínez Uncal, mientras que se mantiene la reserva respecto de nuevas pruebas que surgieron en el marco de la causa. "Se está ensuciando con otros actores", reveló el intendente de la Ciudad del Riel, según consignó Uno. Escueto, menos verborrágico que cuando salió a denunciar lo que en principio se presentó como un plan para atentar contra su vida. El jefe político de Cambiemos estuvo el viernes por más de tres horas ante el fiscal para interiorizarse sobre el avance de la investigación, aunque no prestó declaración. "En este caso no me presento como querellante, sino que lo hago en calidad de víctima", aclaró. Entre las novedades se pudo saber que el agente fiscal libró varios oficios con el objetivo de reunir nuevos elementos de pruebas o para establecer si detrás de la maniobra se esconden otros ideólogos. "Hay muchas hipótesis, no se puede descartar nada, pero no tengo conocimiento sobre lo que puede pasar", reflexionó. Negó conocer al sujeto allanado En una conferencia de prensa brindada el viernes en Basavilbaso, junto a integrantes de su gabinete y sus familiares, Gustavo Hein habló en primera persona en relación al hecho que lo puso en boca de todos. En la rueda de preguntas el intendente negó conocer a Enrique Carlos Blanché, la persona que afrontó un allanamiento en su domicilio. "Jamás hablé con él", respondió en forma tajante. Y luego admitió que en el expediente figura un tercer sujeto, aún no identificado, que sería el que debía "hacer el trabajo" y a quien "(los cómplices) debían trasladarlo fuera de la ciudad, y de manera rápida", publicó Riel Fm. En su primera aparición pública para aclarar algunas cuestiones sobre la denuncia, Hein dejó entrever cierta disconformidad con las declaraciones formuladas por el jefe de la policía de Entre Ríos. "Los dichos de Maslein son dichos de Maslein", dijo sin entrar en polémicas. Además admitió que hubo un segundo contacto telefónico con el ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, y que durante esa comunicación le cuestionó que se filtraran aspectos de la causa, apuntando -sin nombrarlo- al diputado Silvio Valenzuela, quien en sus declaraciones hizo referencia a algunos aspectos que están en el expediente y del que no es parte. "Urribarri no desestima lo que le dije", contó Hein que recibió del funcionario por respuesta que buscaba llevar tranquilidad porque el legislador se sentía tocado. Vale recordar que Valenzuela condenó las expresiones de su sucesor. En la rueda de prensa, el jefe municipal presentó una auditoría sobre la obra de las cloacas, donde estableció que hubo pagos por trabajos no realizados. "Yo le digo de manera muy respetuosa, al señor Silvio Valenzuela, que miente cuando dice que estoy mintiendo, diciendo algo que no es real a la ciudad; yo puedo ser cualquier cosa, pero no mentiroso", exclamó. Dijo que la obra de cloacas se tasó 1.764.000 pesos, de los cuales 1.200.000 fueron cobrados.