E
ta semana, cada jubilado podrá saber si está incluido o no en el plan de reajuste de haberes y pago de juicios que pondrá en marcha la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), establecido por la ley 27.260, que fue publicada el viernes pasado en el Boletín Oficial. Según informó el organismo encargado de pagar las jubilaciones, se habilitará una página de Internet en la que, si se ingresa con una clave personal, se obtendrá esa información. Esto ocurrirá apenas se publique la reglamentación de la ley referida al programa de "reparación histórica" con los jubilados. En esta primera etapa, sólo se notificará si alguien es alcanzado o no por el plan, que será de adhesión voluntaria. En los casos en que la persona no sea beneficiada, según explicaron en la Anses, podrá pedir una entrevista para consultar las razones de la exclusión. El plan alcanza a unos 2,4 millones de jubilados, consignó La Nación. Para saber cuál es la oferta que hará en cada caso el Gobierno (es decir, cuál sería el nuevo ingreso mensual y, si correspondiera, el monto de la retroactividad), se deberá esperar hasta septiembre. Sólo a partir de ese mes los jubilados contarán con información suficiente para poder analizar la conveniencia de adherir o no al plan. En caso de aceptar, habrá que suscribir un acuerdo que deberá ser homologado por un juez del fuero de la seguridad social. Tanto para recibir los datos como para poder suscribir luego el acuerdo, los jubilados deben cumplir con una serie de trámites y requisitos. El primer trámite es ingresar a la página de Internet www.anses.gob.ar para generar una clave personal. Ésta se obtiene completando datos en la Web (hay que hacer clic en la solapa que dice Mi Anses). Para validar la clave elegida, el sistema hace tres preguntas relacionadas con la vida laboral o el cobro de beneficios de la persona interesada. Si se responde todo correctamente, se habilita el código sin necesidad de ir personalmente a una oficina de la Anses. Una vez en la página, se deberán verificar los datos personales y de contacto que aparecen consignados. Otro requisito es registrar la huella digital, algo que más de 3 millones de pasivos ya hicieron en el banco donde cobran habitualmente sus haberes. De no haberlo hecho, y si el banco todavía no tiene el sistema habilitado, el camino es recurrir a alguna unidad de atención de la Anses habilitada para este trámite (no todas lo están). El organismo también está gestionando acuerdos con las entidades bancarias que habilitaron ya el sistema de la huella para que puedan recurrir allí los jubilados que cobran en otros lugares. Éste es un paso ineludible para adherirse al plan, porque la firma del acuerdo se hará "con el dedo": se utilizarán las huellas digitales del beneficiario y de su abogado (por tanto, los profesionales también deberán hacer antes el empadronamiento). Según ya informó la Anses, son más de 2,4 millones de personas las que están alcanzadas por el plan. De ellas, 60.000 tienen sentencia judicial firme; otras 400.000 tienen su demanda en trámite, y el grupo más numeroso, de unos 2 millones de personas, es el de quienes no se presentaron a la Justicia, pero se les reconoce que cobran menos de lo que deberían, si se toma en cuenta lo dicho por los jueces de la Corte Suprema en sus fallos. En el recálculo del haber inicial, se actualizarán los salarios de los últimos diez años trabajados en función de la evolución que tuvo un índice llamado remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (Ripte), que publica la cartera laboral. Los jueces previsionales, en cambio, disponen en sus fallos, y a partir del caso Elliff (en el que, según destacan en la Anses, se reconoce como una facultad del organismo elegir un parámetro de ajuste), la utilización del índice de salarios básicos de la industria y la construcción (Isbic), que tuvo por lo general una variación más alta. Esto determinará diferencias entre lo que está próximo a ofrecer el Gobierno y lo que podría conseguirse en un juicio.