D
e la redacción de INFORME DIGITAL Estaciones de servicio de YPF en la provincia de Entre Ríos debieron despachar a sus clientes sin poder proveerlos de combustible a partir de la tarde de este miércoles, y se estima que el desabastecimiento recrudezca con el correr de las horas, mientras no se solucione el paro de transportistas de granos que reclaman, en los alrededores de Rosario, Santa Fe, una mejora en el precio de sus fletes. El conflicto afecta a estaciones de otras firmas radicadas en la provincia que no son de bandera nacional, ya que la demanda en sus surtidores se multiplicó con el arribo de los clientes de YPF que no encontraron nafta en las bocas de expendio de la estatal. Así, si la provisión de la provincia no se normaliza pronto, crece el riesgo de desabastecimiento total. La medida de fuerza que motiva la falta de nafta es convocada por la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas y por la Federación de Transportadores Argentinos. Impactó en las refinerías de San Lorenzo (YPF, Petrobras, Oil, Axion Energy, entre otras), que proveen de combustible a las estaciones de servicio del centro y norte del país, entre ellas las de Entre Ríos, y no pudieron fletar los camiones cisterna con nafta y gasoil. Marcelo Rovasio, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), había confirmado a La Nación que "desde ayer (martes) están bloqueadas las plantas de despachos en San Lorenzo. Si esto no se revierte, cuando se termine lo que hay en stock faltará combustible", apuntó. El desabastecimiento se está empezando a notar en varios puntos de la provincia de Entre Ríos El lockout es por tiempo indeterminado y tiene por objeto una suba de la tarifa nacional del flete, para compensar el aumento de los insumos y de los servicios. Los principales puntos de la protesta se centraron en el acceso a San Lorenzo, por la ruta 10, y también en los ingresos de la autopista Rosario-Santa Fe. La última recomposición de tarifas del sector fue en febrero de este año, del 35%, luego de la devaluación que fue superior al 40%. Ahora, los dueños de los camiones reclaman un nuevo ajuste del 35%, teniendo en cuenta que desde ese momento a esta parte el valor del combustible aumentó un 10% en marzo y otro tanto en mayo.