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a Cámara Federal porteña confirmó el sobreseimiento del presidente Mauricio Macri en la causa de las escuchas ilegales, por la que estuvo procesado unos días después de asumir la jefatura de Estado. La Sala I de la Cámara resolvió ratificar la decisión del juez federal Sebastián Casanello, firmada a fines de diciembre. Los camaristas Jorge Ballestero, Eduardo Freiler y Eduardo Farah rechazaron así la pretensión de Néstor Daniel Leonardo, el cuñado de Macri, que buscaba que el Presidente fuera enviado a juicio oral. A esa instancia serán sometidos el ex ministro de Educación de Macri en el gobierno porteño Mariano Narodowski, el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge "Fino" Palacios, el ex policía-espía Ciro James y un grupo de jueces. "La desvinculación definitiva de Mauricio Macri resulta, a esta altura, ajustada a derecho", sostuvo Freiler, mientras que Ballestero aseguró que "la mera afirmación de que Macri también tenía interés en 'escuchar' a Néstor Leonardo, para lo cual se valió de la maquinaria engendrada por la asociación ilícita investigada en estos autos, se erige en una simple especulación sin poder de convicción". La causa de las escuchas El caso conocido como "escuchas ilegales" -aunque habían sido autorizadas por jueces de Misiones- comenzó en 2010 con una llamada anónima a la casa de Sergio Burstein, representante de un sector de víctimas de la AMIA, cuando éste estaba de viaje con la entonces presidenta Cristina Kirchner en Nueva York por una asamblea de Naciones Unidas, consignó La Política Online. En ese momento un desconocido le avisó a la hija de Burstein que le estaban "pinchando" el teléfono de su casa y que el responsable era el Fino Palacios, entonces titular de la Policía Metropolitana y acusado en la causa del encubrimiento de la AMIA por el desvío de la llamada "pista siria". A partir de ahí, por impulso del fallecido fiscal Alberto Nisman, el ahora ex juez Norberto Oyarbide abrió una investigación y el 15 de mayo de 2010 firmó el procesamiento del entonces jefe de Gobierno porteño por "violación de secretos, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos, en concurso con la participación en una asociación ilícita". También fueron procesados dos jueces de Misiones, José Luis Rey y Horacio Gallardo, Palacios, el ex ministro Narodowski, y el ex policía-espía James (contratado como asesor en esa dependencia), entre otros. En esa resolución se dictó el sobreseimiento del entonces ministro de Seguridad y hoy embajador en Uruguay, Guillermo Montenegro. La Cámara Federal confirmó por unanimidad esos procesamientos y el caso fue derivado al juez Sebastián Casanello, que decidió elevar el caso a juicio oral con todos los involucrados, salvo Mauricio Macri, sobre quien pidió más pruebas. Sobre el final del año pasado, con la llegada de Macri al Ejecutivo, sus defensores insistieron en su sobreseimiento, el fiscal Jorge Di Lello estuvo de acuerdo y el juez Casanello coincidió en "la ausencia de prueba de cargo" contra el ahora primer mandatario. Pero Leonardo -que estaba casado con la fallecida Sandra Macri, hermana de Mauricio- fue el único que apeló esta decisión y su abogado, Luis Conde, le pidió a la Cámara Federal que envíe al Presidente a juicio por entender Macri era "el hilo conductor" de la causa y si él se iba, "se tienen que ir todos los demás". A criterio de Conde, la familia Macri buscó espiar a Leonardo cuando se le detectó un cáncer de huesos a Sandra Macri y "todos pensaron que se moría y se agigantaron las necesidades de poder y realizaron las pinchaduras a Daniel" para "desheredarlo". Fue el empresario Franco Macri, padre de Mauricio y Sandra, quien había dicho en la causa que fue él quien encargó la investigación sobre el hombre que estaba casado con su hija. Casanello sobreseyó a Macri apenas unos días después de que asumiera como Presidente y ahora, a seis meses de iniciada la gestión, se confirmó esa resolución.