D
e la redacción de INFORME DIGITAL La agenda del ministro del Interior Rogelio Frigerio, siempre apretada y con poco tiempo para estar en cada lugar, con certeza no tenía previsto en su visita de este jueves a Entre Ríos quedar prácticamente expuesto a un colorido escrache universitario. Tampoco estaba estipulado que su coche oficial debería dar vueltas por los alrededores del centro cívico paranaense, haciendo tiempo hasta que termine de 'saludar' en Casa de Gobierno una nutrida columna de docentes y estudiantes. No estaba en los planes, por último, que el alto funcionario iba a tener que entrar a la Casa Gris por una puerta lateral, y que la alfombra morada que tendió para su ingreso el gobierno provincial deba ser recogida sin haber logrado su cometido: engalanar la entrada del ministro por la puerta principal, como indica el protocolo para los casos de visitas ilustres. Al menos, para su suerte, Frigerio no debió soportar en la cara la serie de cánticos que la comunidad universitaria entrerriana ensayó en la Explanada de la Casa Gris a propósito de su presencia. "Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta tiene cuenta en Panamá", ironizaron docentes, estudiantes, graduados y personal administrativo y de servicios de la UNER y la UADER, apuntando contra la participación del presidente Macri en empresas offshore. "Ole-lé olalá, si no sale Frigerio, lo vamos a buscar", cantaban también los universitarios, con ganas de expresar, sin intermediarios, sus reclamos al gobierno nacional: 45% de aumento salarial docente, eliminación del Impuesto a las Ganancias de su salario, aumento de presupuesto para resolver necesidades básicas que muchas casas de estudios hoy no pueden afrontar, partidas destinadas a becas y comedores estudiantiles, entre otros puntos. Finalmente, una vez que la marcha educativa prosiguió su camino hacia la Casa de la UNER, el ministro tuvo que hacer su ingreso por una puerta lateral sobre calle Santa Fe, cuando ya no quedaba casi ningún manifestante a la vista; los pocos que pudieron verlo, alcanzaron a desgranarle algunas duras palabras casi a los gritos. De todas formas, pese al despliegue de seguridad, el ingreso de Frigerio fue bastante caótico. Apenas bajó del vehículo fue interceptado por camarógrafos y periodistas, que lo indagaron por el caso de denuncias de sobreprecios en Larroque, demoras en designaciones en cargos nacionales en la provincia y el propio reclamo universitario que entorpeció su llegada. El funcionario respondió las preguntas y luego subió rápidamente las escaleras de la Casa Gris, donde el gobernador Gustavo Bordet lo esperaba para firmar convenios de construcción de viviendas.