L

os fundadores y propietarios del laboratorio entrerriano Eriochem, Antonio Bouzada y José Lucio Núñez, figuran en los archivos de los Panama Papers como accionistas de la empresa Surplay Financial Ltd, creada en 2002 en las Islas Vírgenes a través de un estudio jurídico uruguayo y disuelta en 2013. Los datos de las 214.000 compañías offshore que componen la investigación llevada adelante por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) fueron publicados esta semana en la web. La información puede consultarse a través de un buscador que, en los resultados, arroja también los nombres de los accionistas y los cargos que ocupan en las compañías, los estudios que actuaron como intermediarios y los domicilios fiscales de los miembros de los directorios. Desde ICIJ se explicó que no se subieron copias de la documentación original porque incluye teléfonos, direcciones privadas, números de cuentas bancarias y diversa información personal. Eriochem es el primer laboratorio de la Argentina que logró, meses atrás, superar los estrictos controles de la Food and Drugs Administration, el ente oficial que regula la aprobación, distribución y consumo de medicamentos humanos en Estados Unidos. Fue con dos inyectables destinados a tratamientos oncológicos. Antonio Bouzada, su fundador y propietario, en sociedad con José Lucio Núñez, antes dirigió Filaxis, otra compañía farmacológica entrerriana que alcanzó renombre en el país. Actualmente, también tiene inversiones en la industria del cerdo y en commodities. Eriochem exporta sus productos a 60 países, factura unos 24 millones de dólares anuales y emplea a unas 300 personas. Tiene plantas en Paraná y en Montevideo, Uruguay, y adquirió recientemente el 55% de una empresa brasileña. La empresa offshore, según los registros de Panama Papers, fue creada por Bouzada y Núñez el 8 de febrero de 2002, con la intermediación del estudio uruguayo DCA Contadores & Asociados, con oficina central en calle Sarandí 693, en la ciudad de Montevideo. El bufete figura en los archivos como creador de otras 80 empresas off shore en las Islas Vírgenes y en Panamá. "La empresa Surplay Financial Ltd. operó en transacciones comerciales genuinas y cesó en sus actividades en 2009, siendo disuelta en 2013", explicaron los ejecutivos. La liquidación voluntaria de la compañía se inició el 11 de septiembre de 2013, según se publica en el boletín oficial uruguayo de entonces, y se concretó en noviembre de ese año. "La sociedad, y también sus resultados, fueron debidamente declarados ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y se abonaron todos los tributos correspondientes", señalaron según publicó El Diario. Más allá de la polémica generada por la difusión de la investigación, derivada en parte de la aparición de personalidades de la política y de otros ámbitos, y de que es usual que la creación de este tipo de empresas esté ligada a la evasión fiscal, lo cierto es que el hecho de ser accionista de una compañía offshore no constituye delito, siempre que haya sido declarada y se hayan pagado los impuestos correspondientes.