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e la redacción de INFORME DIGITAL El Tribunal de Apelaciones, integrado por Pablo Andrés Vírgala, Daniel Julián Malatesta y Gustavo A. Maldonado, se pronunció sobre el fallo de Procesamiento del cura Ilarraz en el marco de la causa caratulada “Ilarraz, Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”. Así, según anticipó a INFORME DIGITAL la abogada querellante Rosario Romero, el juicio por abusos a menores en el Seminario Arquidiocesano de Paraná podría comenzar “no más allá de dentro de un par de meses”. El 10 de julio de 2015 Paola Firpo, Jueza de Transición Nº 2 de Paraná, resolvió dictar el procesamiento de Justo José Ilarraz por el delito de promoción a la corrupción de menores agravada. Ante ello, la defensa del cura –compuesta por los abogados Juan Ángel Fornerón y Jorge Muñoz- interpuso un recurso de apelación, que debía ser resuelto por Vírgala, Malatesta y Maldonado luego de la audiencia realizada el pasado 28 de marzo. Según lo adelantado a INFORME DIGITAL por fuentes tribunalicias, y luego confirmado por la abogada Romero, el Tribunal dictaminó unánimemente a favor, ratificando el fallo de Firpo “en todas sus partes”. Ahora sí podrá comenzar el juicio que sentará al sacerdote católico en el banquillo y dirimirá sobre su culpabilidad o inocencia en una serie de abusos a menores seminaristas perpetrados entre 1989 y 1992 en la sede arquidiocesana de Paraná. Para Romero, “tenemos posibilidades ciertas de que la causa vaya a juicio en el corriente año”, dado que “no hay recursos contra la confirmación del auto de procesamiento, no existen otras instancias” que puedan evitar el comienzo del juicio al cura. Ahora, según indicó la letrada a INFORME DIGITAL, “vuelve el expediente al Juzgado de Transición para terminar lo poco que queda” y, según estima la querella, en poco tiempo más iniciará el juicio en pleno: “estamos hablando de un período que en otros procesos no tarda más que par de meses”, remarcó Romero. La causa El cura Ilarraz está acusado por siete víctimas de haber abusado de ellos cuando eran adolescentes y cursaban la escuela secundaria como pupilos en el Seminario, donde el sacerdote fue prefecto de disciplina, administrador y confesor de muchos de ellos entre 1985 y 1993. A ese puesto Ilarraz llegó nombrado por el entonces arzobispo Estanislao Estaban Karlic, hoy cardenal, que fue quien en 1995, y tras conocer las primeras denuncias, ordenó investigarlo. En 1996, un año después de la investigación que quedó a cargo del sacerdote Silvio Fariña, Karlic encontró responsable a Ilarraz de los abusos, ordenó prohibirle todo contacto con los seminaristas y lo expulsó de la diócesis. Después, cuando la Justicia pidió su testimonio, el cardenal diría que Ilarraz, en un encuentro que mantuvo con él en Roma, se mostró arrepentido y pidió perdón. Pero la Justicia no tuvo en cuenta ni el juicio diocesano que ordenó realizar Karlic -no tuvo la participación del acusado- ni el testimonio del cardenal. La jueza Firpo ponderó, en cambio, el testimonio de las siete víctimas que denunciaron a Ilarraz en Tribunales para dictarle, el 10 de julio, el procesamiento. La jueza sostuvo que "la coherencia mantenida por las víctimas en los relatos de los hechos a través del tiempo y su comunicación a terceros desde antes, incluso, de la denuncia ante Karlic, permiten otorgar a estas versiones testimoniales un margen de credibilidad que aporta un peso extra de convicción que quiebra el equilibrio probatorio", consignó El Diario. De ese modo, firmó el procesamiento de Ilaraz.