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e la redacción de INFORME DIGITAL El final de marzo y el comienzo de abril llegaron con anuncios de grandes aumentos de tarifas por parte del gobierno nacional, a cuyo interior incluso algunos funcionarios los calificaron de “terribles”. Si bien los medios nacionales se hacen eco principalmente de los aumentos en los costos del transporte en la capital del país y el Conurbano, ciudadanos de provincias como Entre Ríos enfrentarán subas en tarifas como la del gas de hasta 300 por ciento. En medio de la polémica que generaron los anuncios, algunos funcionarios de primera línea del gobierno nacional emitieron declaraciones sobre los “tarifazos”. Michetti: “es una situación difícil para todos" La vicepresidente Gabriela Michetti intentó mostrar empatía con la población y dijo que, pese a tener "un sueldo más alto que una persona normal" ella también "sufre" el tarifazo. Asimismo, consideró que “las cosas que al Estado no le corresponde hacerse cargo, las tienen que pagar los ciudadanos". De esta manera, justificó los aumentos en los servicios públicos que, sostuvo, son para darle "mayor bienestar" a la gente en el futuro. Michetti –que cobra un salario bruto de $121.686 y en mano de $72 mil- expresó que “sufro el aumento de gas, el aumento de luz; es una situación difícil para todos". Por último, enmarcó las decisiones en el “nivel de atraso y de locura, de demagogia y populismo" como herencia del Gobierno anterior. Dietrich: “en términos de plata no es tanto” Guillermo Dietrich, ministro de Transporte, interpretó que las autorizaciones de incrementos tarifarios otorgados por el gobierno nacional “en términos de plata no es tanto”, aunque “la situación hace que los porcentajes son terribles". El ministro anticipó que, de todas formas, se adoptarán medidas paliativas: "vamos a destinar 65 mil millones de pesos, también incluye el esfuerzo para una tarifa social", dijo, así como que “se mantendrán y aumentarán los subsidios". Aranguren: “las consecuencias de la década pasada nos llevaron a esta readecuación” Por su parte, el ministro de Energía, Juan José Aranguren adjudicó los incrementos a que durante el kirchnerismo "debido a que la tarifa ha sido baja, ha aumentado la demanda y hoy no la podemos satisfacer con producción local". También hizo referencia a "la herencia" de los mandatos anteriores: “las consecuencias de la década pasada nos llevaron a esta readecuación tarifaria”, agregó. Luego del aumento del 6 por ciento en los precios de los combustibles, el funcionario no descartó que se produzcan otras subas en lo que resta del año, al supeditar esto a "la evolución del precio del petróleo crudo en pesos que ocurra en un futuro". "Estamos sincerando una relación donde los costos no tienen relación con el gasto que esos costos tienen: el Estado está quebrado. Debemos decir la verdad y generar condiciones para dar sostén el empleo", concluyó el funcionario energético.