E
l gobierno nacional mejoró la propuesta a los docentes y les ofertó llevar el salario inicial, de los 6060 pesos que actualmente cobran, a 7800 en febrero y a 8500 en julio. Los gremios llevarán el número a votación, pero en principio lo consideraron como aceptable: “se acerca a lo que estábamos pidiendo”, definieron dirigentes nacionales. Expresado en porcentajes, la propuesta significa un aumento del 40 por ciento en dos tramos, que excede largamente el “20 o 25 por ciento” del que habló hace apenas diez días el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, como la franja a la que debían ajustarse las negociaciones salariales de este año. El acuerdo marca un número para las discusiones que siguen, tanto de los maestros como del conjunto de los trabajadores, estatales y privados. En este caso, el aumento es propuesto además desde el propio gobierno: con este número, es difícil que las paritarias que están en gateras vayan a adecuarse dócilmente a un techo del 25% como quiere Prat Gay. El acuerdo incluye que la paritaria queda “abierta”, para considerar aumentos adicionales en el caso que se dispare la inflación, un pedido especial de los gremios. Los números La oferta concreta consistió en lo siguiente: - 7800 pesos a partir del 1º febrero ($7.500 más $300del Fondo de Incentivo Docente) y 8500 pesos a partir del 1º de julio ($8.000 más $500 del FONID). - El acuerdo tendrá una cláusula para establecer que el salario inicial de los docentes siempre deberá ser al menos un 20 por ciento más que el salario mínimo, vital y móvil (que actualmente es de 6060 pesos). - El gobierno nacional enviará a las provincias 800 millones de pesos para mantener los edificios escolares. En la reunión con el ministro Esteban Bullrich, los dirigentes de los cinco sindicatos docentes (Ctera, UDA, Sadop, AMET y CEA), escucharon la propuesta de manera verbal. Este miércoles firmarán el documento que la oficializa y se abrirá un plazo de diez días para que llamen a sus congresos, la sometan a votación y den una respuesta. El FONID La fórmula que destrabó la negociación fue la de un aumento del Fondo de Incentivo Docente. Se trata de dinero que se reparte en forma igualitaria entre todos los docentes del país, a la manera de una suma fija, no remunerativa, es decir sin aportes jubilatorios ni carga sociales, y sin impacto en la pirámide salarial. Usando esto como argumento, Bullrich insistió en que la oferta no se salió de lo pautado hasta la semana pasada por el Gobierno. “La oferta que realizamos es de un 25 por ciento”, remarcó, al dar su lectura de la propuesta. En la interpretación de Bullrich, el salario inicial remunerativo sólo sube un 25, “y a eso se le agregará un aumento del Fonid”. El aumento en este Fondo se dará de la siguiente manera. Actualmente, el salario inicial es de 6060 pesos; de ese total, 510 son enviados a las provincias por el gobierno nacional, a través del Fonid. En febrero, según la propuesta oficial, el inicial pasaría a 7500; de ese total, 810 pesos serán del Fonid. En julio, el salario inicial sería de 8500, pero con 1010 pesos del Fonid. Mantener el techo Sin dudas, tras la reunión con los gremios la principal preocupación del Gobierno fue bajarle el precio a su propuesta. “Lo que hicimos fue aumentar sólo un 25, y por otra parte casi duplicar el Fonid. Son cosas distintas, no se pueden sumar peras con manzanas”, insistieron más tarde desde la cartera, para evitar la lógica andanada de gremios que no aceptarán el techo del 25% que anunció el ministro Prat Gay, ahora que los docentes lo habrían superado. La propuesta –que todavía no fue aceptada, porque debe ser votada por los congresos de cada sindicato– no garantiza aún el inicio a tiempo de las clases, previsto para el próximo 29, pero abre otra perspectiva, en un reconocimiento tácito de la pérdida de poder adquisitivo que provocaron la devaluación, la suba de los precios y de las tarifas. También traslada una mayor presión a las provincias, que con este nuevo piso deben definir ahora qué forma tendrá lo que falta de la pirámide salarial. (Página 12)