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as presiones por tener rápidamente un nuevo índice de precios hizo estallar una crisis en el Indec, que terminó con Graciela Bevacqua, una técnica clave del organismo, desplazada por segunda vez. Bevacqua había sido echada durante la intervención de Guillermo Moreno y reincorporada por el nuevo gobierno, que nombró a Jorge Todesca al frente del Indec. Sin embargo, ahora los mismos que volvieron a nombrarla la removieron. En un breve parte de prensa, el organismo que encabeza Todesca sólo se limitó a comunicar que "Fernando Cerro reemplazará en sus funciones a Graciela Bevacqua. Concentrará su gestión en búsqueda de abreviar los procesos de restablecimiento de los múltiples indicadores económicos y sociales que elabora el Indec a fin de normalizar el Sistema Nacional de Estadísticas". Pero luego, en declaraciones, el titular del organismo reconoció que las diferencias con la ahora ex funcionaria surgieron por los plazos para publicar nuevamente las estadísticas. "Alguna gente se confundió y creyó que los procesos son infinitos", dijo Todesca, y cuestionó que "esto no es admisible para el país ni para mí como funcionario público, no es aceptable para ningún gobierno". El último dato de inflación que dio el Indec fue el de octubre del año pasado. Luego, el nuevo gobierno de Mauricio Macri anunció que no se darían nuevos números hasta que se lo pueda "reconstruir". El primer diagnóstico realizado en el organismo por los nuevos funcionarios arrojó que esto llevaría varios meses. Y eso mismo pensaba Bevacqua. Qué era muy difícil que en tres o cuatro meses pueda publicarse una medición creíble del IPC. Sin embargo, las presiones y urgencias del Gobierno por dar a conocer en breve los índices de inflación hicieron prometer que estos se darían a conocer en un lapso de dos meses. Bevacqua se mantuvo firme en su posición y fue desplazada nuevamente. En enero de 2007 Bevacqua fue la primera desplazada del Indec intervenido por Guillermo Moreno y Néstor Kirchner. Ahora, la técnica rosarina se convirtió en la primera expulsada del Indec de Macri. La de ella no fue una incorporación más al Indec. Se trató de un símbolo de la recuperación del organismo, pero con su desplazamiento, el actual Indec retorna al mismo lugar del que el Gobierno buscaba correrlo: el escándalo y la polémica. En ATE, el gremio que se opuso a la intervención, defendieron a Bevacqua y dijeron que "no está bien que ella ceda ante las necesidades del poder político". Reclamaron además que "deben respetarse los plazos recomendados por los organismos internacionales".