A
contramano de las estimaciones del ministerio de Economía y de la mayoría de las consultoras privadas que marcaban una desaceleración de la suba de los precios con relación a diciembre, la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires –que junto al de San Luis es recomendado por el INDEC hasta tanto reconstruya su Indice de precios- informó que en enero la inflación trepó al 4,1%, por encima del 3,9% del mes anterior, y poco más del doble del 2% de enero de 2015. Con esta suba, la inflación acumulada de los últimos 12 meses ascendió al 29,6%. En tanto, por la suba de las tarifas eléctricas y las cuotas de las prepagas, para febrero se espera un piso inflacionario del 4%, elevando la inflación interanual a casi el 33%. José Donati, director de la Dirección estadística porteña, dijo que se observó “un comportamiento homogéneo de aumentos en todas las divisiones que componen el índice, e incluso, con el 4,7 por ciento, los alimentos morigeraron levemente al aumento que se observó en el mes anterior. Pero dos rubros tuvieron comportamientos diferenciados. Transporte, que varió 4,2% luego de haber aumentado 3% en diciembre por el aumento de las naftas y de los peajes. Y Restaurantes y Hoteles, que aumentó el 10%, por el fuerte aumento en los alimentos consumidos fuera del hogar y el encarecimiento de los valores de los paquetes turísticos”. Poco antes de fin de enero, el ministro Alfonso Prat-Gay había calculado que “la inflación estaría más cerca del 3 por ciento”, en coincidencia con algunas consultoras que relevaron un 2,8 o 2,9%. La posición oficial era que la inflación sería menor a la de diciembre. Los rubros Del informe porteño surge que tanto los precios de las carnes como los de los medicamentos, que pegaron un brusco salto en diciembre, no solo no retrocedieron sino registraron subas adicionales: los cortes vacunos un 4%, acumulando un 41,9% en 12 meses, y los productos farmacéuticos otro 2,6%, con un alza interanual del 42,7%. A eso se agregaron los precios de las frutas, que treparon un 12,8%, con un acumulado anual del 39,5%. En carnes, en enero, se registró a $ 106,62 el precio promedio del kilo de asado cuando un año atrás estaba en $ 69,84. La diferencia es un alza del 52,7%. El kilo de paleta pasó de $ 65.66 en enero de 2015 a $ 94.83 el mes pasado: 44,4% más. Y el de nalga subió en ese lapso de $ 83,66 a $ 122,63, 46,6% más. En harinas, el kilo del pan francés tipo flauta promedió los $ 28,50, casi un 20% más que en enero de 2015, mientras la leche, lácteos y huevos un incremento del 23,4% Otro de los rubros que no se quedó corto fue el de los gastos de vivienda. Porque con las tarifas de la luz y el gas congeladas, se disparó el promedio por la suba de los precios de los alquileres que acumularon a enero un alza del 36,2%. La ropa también tuvo un fuerte ajuste. Los “artículos textiles para el hogar” subieron sus precios un 5% en enero, con un acumulado interanual del 42,4%, muy por encima del promedio general. Pisándole los talones, los precios del calzado suman un 38% interanual. Por la composición de la canasta de gastos, la incidencia de todos esos aumentos impacta más en la gente de menores recursos que, en proporción, destina una parte mayor de su ingreso a alimentarse, vestirse y afrontar el pago del alquiler. De aquí se desprende que si bien la inflación promedio anual es del 29,6%, en las franjas sociales de menores ingresos, la inflación supera largamente el 30%. (Clarín)