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Las reformas del nuevo equipo económico son muy alentadoras, podrán ayudar a estabilizar la economía", sostuvo la titular del FMI Christine Lagarde en una rueda de prensa al comentar las medidas adoptadas por el nuevo gobierno del presidente Mauricio Macri en el litigio con los fondos buitre. En enero, el Fondo celebró el levantamiento de restricciones al mercado cambiario, el anuncio de las principales políticas del marco macroeconómico y la supresión parcial de los subsidios a la energía. En concreto, Lagarde se refirió a la "transparencia" en los indicadores económicos, un punto sobre el que la institución internacional y Buenos Aires han sostenido fuertes encontronazos durante el gobierno previo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Asimismo, Lagarde se mostró "esperanzada" por la nueva ronda de conversaciones con los fondos buitre que han tenido lugar en los últimos días en Nueva York. "(Un acuerdo con los buitres) sería un elemento muy positivo y permitiría que Argentina regresase a los mercados internacionales, algo que ha sido un freno" para el acceso del país a más endeudamiento, agregó la directora del Fondo. Por estos días el secretario de Finanzas argentino, Luis Caputo, enviado por el ministro de Economía Alfonso Prat Gay, se encuentra negociando con los llamados holdouts. Un fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa a favor de los fondos que no aceptaron las reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010 mantiene congelados los pagos de Argentina a los acreedores con deuda reestructurada, a la espera de que el país regule su litigio con los buitres. Según dijo la pasada semana el Gobierno, el total de la deuda enmarcada en el juicio era inicialmente de 2.943 millones de dólares pertenecientes al cese de pagos argentino de 2001, pero al aplicarse los últimos fallos de Griesa ha pasado a ser 9.882 millones de dólares. El Indec La titular de la entidad acreedora saludó especialmente "la determinación por datos transparentes. El estado de emergencia estadística, que fue declarado recientemente por las autoridades argentina, es algo muy bueno y nosotros lo apoyamos". Cabe recordar que el FMI había amonestado a la Argentina en 2014 por considerar que las estadísticas (especialmente las relativas a precios al consumidor) no eran "confiables". Las dos partes elaboraron un acuerdo y el gobierno de Cristina Kirchner accedió a modificar criterios en la elaboración de sus estadísticas, y en junio del año pasado el FMI decidió darle al país más tiempo para mejorar sus datos. Sin embargo, poco después de ganar las elecciones, Mauricio Macri declaró en diciembre la "emergencia estadística" e inició una reestructuración del organismo responsable, el Indec.