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inalmente los presidentes de ambas cámaras, Gabriela Michetti (Senado) y Emilio Monzó (Diputados), habilitaron a Ricardo Echegaray para quedar al frente de la Auditoría General de la Nación. De tal manera, Echegaray pudo asumir este martes al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN) luego de que la vicepresidenta Gabriela Michetti finalmente firmara su designación formal en el organismo de control con la condición de que renuncie si es procesado en una causa. Ese era el límite que había impuesto Cambiemos para darle luz verde al exfuncionario. El titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, había firmado la resolución en diciembre pasado, por lo que faltaba solamente la firma de Gabriela Michetti. El kirchnerismo venía reclamando en ambas cámaras que se destrabara la designación de Echegaray, pero faltaban las firmas de las autoridades del Congreso, que ponían reparos por las causas judiciales del exfuncionario. Así las cosas, el acuerdo se concretó cuando Echegaray accedió a firmar una declaración jurada donde asegura no tener procesos penales pendientes. Según consignó el semanario Parlamentario, la resolución suscripta por los titulares de ambas cámaras aclara que se revocará la designación de Echegaray en caso de que la Justicia determine su procesamiento en alguna causa abierta contra él. En rigor, al no estar Echegaray procesado en ninguna causa judicial, no había argumentos para continuar demorando su designación.