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a jueza Marcela Badano, integrante del Tribunal de Juicios y Apelaciones que deberá resolver una apelación presentada en el marco de la causa que investiga los abusos a menores en el Seminario Arquidiocesano y que tiene como único imputado al cura Justo José Ilarraz, se excusó de intervenir. Badano formuló su "inhibición", el término técnico que utilizó, y ahora un tribunal deberá confirmar o rechazar esa petición de la magistrada. El expediente caratulado "Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada" recayó en ese tribunal luego de la apelación presentada por el abogado Juan Ángel Fornerón al procesamiento que dictó el 10 de julio último la jueza Susana María Paola Firpo, titular del Juzgado de Transición Nº 2. Ilarraz es investigado por las siete denuncias que lo sindican por haber abusado de ellos cuando eran adolescentes y cursaban los dos primeros años de la escuela secundaria en calidad de pupilos en el Seminario. Los hechos habrían sucedido entre 1985 y 1993, lapso durante el cual Ilarraz fue prefecto de disciplina, pero también administrador y confesor de muchos de los chicos que, más tarde y siendo adultos, terminaron denunciándolo como abusador. La causa ahora está entrampada en una discusión de procedimiento: se debe conformar el tribunal que debe resolver esa apelación, pero ese paso de momento no ha logrado concretarse. El tribunal, en principio, debió integrarse con Badano, como presidente, y los jueces Pablo Vírgala y Daniel Malatesta. Pero esa integración no está resuelta. La jueza Badano firmó una notificación en la que anunció la conformación de un tribunal que deberá resolver respecto de su petición de apartarse de la causa Ilarraz con el argumento de que ya intervino en el expediente. La causa por los abusos en el Seminario, un caso sensible, que produjo un tembladeral hacia el interior de la Iglesia Católica y que expuso, por primera vez, a las máximas cabezas de la curia ante la obligación de responder sobre su accionar en los últimos 20 años ante un tribunal? se inició en septiembre de 2012, a partir de una actuación de oficio impulsada por el procurador general, Jorge Amílcar García. Pero desde su inicio se enfrentó a frecuentes planteos de prescripción impulsados por la defensa del cura. Finalmente, el 27 de abril la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia cerró esa vía a nivel provincial al sostener que los delitos que se le imputan a Ilarraz no están prescriptos. Ahora, el caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a partir de un recurso extraordinario. En ese proceso de discusión de la prescripción, intervino la jueza Badano. En junio de 2014 integraba la Sala Segunda de la Cámara del Crimen, tribunal que rechazó el planteo que había formulado la defensa del sacerdote: en contra de la prescripción votaron las juezas Badano y Marcela Davitte; en tanto, Ricardo Bonazzola, el tercer integrante, votó en disidencia. Esa sala intervino en la causa Ilarraz luego de que en noviembre de 2013 la Sala Penal del STJ declaró nula la resolución que había dictado en agosto de ese año la Sala Primera de la Cámara del Crimen, que entonces dictaminó la prescripción de la acción penal. Así habían votado los jueces Daniel Perotti y Miguel Ángel Giorgio ?el tercero, José María Chemez no votó, por estar de licencia por enfermedad? habían dado vuelta un fallo de quien entonces estaba al frente de la causa, el juez Alejandro Grippo, que había rechazado la prescripción. El 24 de junio, Badano firmó una notificación en la que hizo saber de su decisión, y notificó de la integración del tribunal que deberá resolver no ya la apelación de la defensa de Ilarraz sino respecto de su postura de inhibirse en la causa. En el escrito, ordena integrar "el Tribunal para resolver la inhibición formulada con los señores jueces Correccional Nº 1 Pablo Vírgala y Nº 2 Daniel Malatesta y con la vocal del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Paraná con asiento en La Paz, Cristina Lía Van Dembroucke". De acuerdo a lo que pudo saber El Diario de fuentes judiciales, ese tribunal deberá resolver entonces la inhibición formulada por Badano para apartarse de la causa Ilarraz. Si ese tribunal confirma la inhibición, quedará así conformado ?Vírgala, Malatesta y Van Dembroucke? para resolver finalmente la apelación formulada por la defensa del cura. "De todos modos, habrá que esperar porque puede haber alguna recusación de cualquiera de las partes hacia los integrantes de la sala que finalmente quede definida", agregó la fuente consultada. Resuelto el trámite, la causa Ilarraz podrá avanzar y entonces se abrirá la expectativa respecto de la posibilidad de que, finalmente, llegue a juicio oral y público. El 27 de abril último, cuando Ilarraz estuvo por primera vez ante la jueza Firpo, dio su versión de los hechos y acusó de falaces las denuncias en su contra.