E
n la película “Las mujeres son cosas de guapos”, dirigida por el fallecido Hugo Sofovich en 1981, Alberto Olmedo y Jorge Porcel nos dan una lección sobre la bravuconeria en tiempos de elecciones con paranoias, picardías y chicanas que aún hoy persisten en el imaginario popular. El film transcurre en los años 30, época de fraude electoral, Olmedo personifica a Rufino y Porcel a Jacinto, que son dos peones reclutados por el caudillo Ignacio Malatesta (Javier Portales) para servirles de guapos en la dura pelea por alcanzar la cima del poder. Mirá este fragmento imperdible de 50 segundos de la película.