L
a empresa de agro servicios más importante del sur del departamento, Tierra Greda, tuvo que hacer ajustes para poder sortear los desafíos que imponen la macroeconomía nacional y la baja en los precios internacionales de los granos. En ese ajuste se perdieron once puestos de trabajo directos y mucho más indirectos entre los contratistas, transportistas y profesionales que prestaban servicio a terceros en la organización de Tierra Greda basada en el arrendamiento de 12 mil hectáreas en la zona de Larroque. Según recordó el diario El Argentino de Gualeguaychú, Tierra Greda fue fundada en 1980 por Atilio Benedetti, quien hoy es precandidato a gobernador por la UCR, y en un contexto electoral tener que dejar a copoblanos suyos sin trabajo es un golpe duro. “Estamos convencidos de que la crisis del sector agropecuario generó un impacto negativo a la economía regional y esto no tiene que ver con el caso puntual de Tierra Greda”, explicó a El Argentino el gerente, de Tierra Greda, Francisco Benedetti. “En campos arrendados hemos tenido tres campañas de pérdidas y se dio un cóctel totalmente explosivo. Estamos en un escenario de bajos precios, altos costos y altas tasas de interés además de la presión impositiva del gobierno y de la intervención de los mercados que generó muchos daños”, agregó. “Desde hace años estamos tratando de diversificar y hemos hecho toda una apuesta al agregado de valor y en estos últimos años en donde Tierra Greda era una empresa que se dedicaba exclusivamente a la siembra en campos arrendados, el acopio y venta de insumos, en estos últimos años hicimos una inversión importante en un molino de alimentos, una granja de pollos y una granja de cerdo que en 2011 comenzamos con 500 madres. Hicimos una duplicación, y ahora estamos llegando a una tercera duplicación para llevar la granja porcina a 2 mil madres. El actual escenario nos obligó a apurar la reconversión de la empresa. En el mejor momento llegamos a tener en la zona 19 mil hectáreas arrendadas hace cinco años y en la última campaña llegamos a 12 mil. Hoy estamos en un escenario crítico, porque el arrendamiento no le sirve al dueño porque cobra tres quintales por hectáreas y al arrendatario tampoco le dan los costos para sembrar”. En tanto consideró que: “Seguimos con el acopio de granos, venta de insumos, venta de alimentos balanceados la actividad avícola y porcina, lo que dejamos fue la agricultura en campos arrendados, tomamos la misma decisión que otras empresas en el país”. De las 12 mil hectáreas son reconvertidas para ganadería, otras las sembrarán sus dueños y otros son arrendadas por empresas que trabajaban en el norte de la provincia, en donde los campos ya no son más rentables y vienen a probar suerte en Larroque y el sur de la provincia. No obstante con el retiro de Tierra Greda de los arrendamientos, inevitablemente se rompe una cadena productiva de servicios, porque al contratista cerealero, los transportistas y a los profesionales que brindan asesoramiento a la empresa se les redujo drásticamente sus oportunidades de negocios. “Hay un parate en toda la provincia, pero en la zona de Larroque esta decisión hace más ruidos porque somos uno de los productores más grandes. Aquí tenemos muchos productores medios que están dejando de hacer agricultura en campos arrendados y en Gualeguaychú hay unos cuantos productores que han tomado esa decisión”, dijo. “Tuvimos que despedir a once personas que eran los que estaban en la parte de agricultura y luego la gente que estaba en el galpón de insumos van a ser reasignadas a la granja de cerdo y al molino de alimentos balanceados. Fue una decisión muy dura, porque esta actividad fue la que dio origen a Tierra Greda y menos mal que en todos estos años pudimos desarrollar otras actividades que nos permitió tener reservas para poder parar la cuestión del arrendamiento”, sostuvo. Remarcó que: “Teníamos un equipo fabuloso de trabajo que estuvo con nosotros durante años y escapa a ellos y a nosotros, esta situación, sino que tiene que ver con una cuestión de políticas de gobierno, que tiene que ver con la fuerte presión fiscal, el atraso cambiario y la intervención del gobierno en los mercados, las retenciones al trigo y al maíz que se combina con una baja de los precios internacionales”.