E
l fiscal General del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, José Ignacio Candioti, decidió no acusar a los ambientalistas de la Asamblea Ciudadana de Gualeguaychú, implicados en el Homicidio culposo, y por ende pidió la absolución de ambos. El Tribunal Oral Federal avaló de inmediato el pedido y declaró la inocencia de los imputados. Miguel Pérez y Miguel Ángel González no ocultaron su emoción ante las palabras del fiscal, quien consideró que el lugar del corte de ruta, donde se produjo el accidente en el que falleció Walter Maulucci, estaba “perfectamente señalizado e iluminado” y que la víctima había sido advertida de la zona donde estaba interrumpido el tránsito, por la protesta contra la empresa UPM (ex Botnia). “Corresponde la inmediata absolución”, dijo la presidenta del Tribunal, Lilia Carnero, y cedió la palabra a defensores y acusados. “Corresponde la inmediata absolución”, dispuso la jueza Lilia Carnero, tras oír al representante del Ministerio Público Fiscal en el alegato defensivo que emprendió este viernes, y que resultó favorable para los dos imputados del largo proceso por Homicidio culposo que se extendió por más de seis años. “No quiero que esto se entienda como que es posible que haya justicia, sino que el sacrificio de ustedes sirve para visibilizar en todo el país el reclamo de la Asamblea de Gualeguaychú. Tomemos el lado positivo”, pidió Carnero. “Esto enaltece al Ministerio Público Fiscal y a todo el Poder Judicial”, dijo a su turno el defensor Osvaldo Fernández. Las palabras del abogado fueron compartidas por sus pares Luis Leissa y Víctor Rebossio, por quienes estuvieron imputados en la causa, y por los asambleístas que acompañaban en la audiencia decisiva que se llevó a cabo este viernes, publicó Análisis Digital. “Celebramos desde la defensa la postura de la Fiscalía. Para el doctor Candioti hubiera sido más fácil sostener la acusación. Nos duele lo que pasó, la muerte, pero ellos no son culpables”, dijo Leissa. Añadió que le hubiera “gustado plantear que hubo una persecución debido a la selección irracional de los imputados, porque se eligió a dos personas al azar y todo el proceso careció de lógica interna”, opinó el defensor. Rebossio, en tanto, consideró que hubo “una falacia del proceso penal que se debió haber cortado antes”, y destacó que haya un Ministerio Público Fiscal que se mueva por el principio de justicia. “Hoy, la consigna Gualeguaychú fue: ‘todos somos Pérez y González’”. Visiblemente emocionados, Pérez y González también pudieron agradecer en público al fiscal, a los abogados, a los jueces y los asambleístas. “Tengo las manos limpias, el corazón y el pecho vencido. Siempre soñé con una Justicia justa”, expresó, entre lágrimas, Miguel Pérez. “No lastimamos a nadie y no quisimos que nadie se lastime. No echo culpas a nadie, pero espero que se entienda que nosotros no estamos para la muerte, sino para salvar vidas. Fue un hecho desgraciado y lamentable que nadie quiso. Creo que la Justicia tenía que estar con nosotros”, reflexionó. Mil noches En su alegato, el fiscal Candioti desglosó toda la prueba vertida en la causa. Habló de todos los testimonios y los sopesó con ecuanimidad. Basó su exposición explicando por qué consideró que los tres ejes que se contemplaron para formular la acusación, fueron insostenibles a la hora de evaluar la existencia delito o la generación de riesgo para que se configure el Homicidio culposo. Candioti asentó que según el fallo de la Cámara de Apelaciones de Paraná, había que probar la responsabilidad de los imputados en tres hechos concretos: haber colocado el acoplado en el lugar, no haberlo retirado, y/o no señalizarlo debidamente. En ninguno de esos puntos fue probada la responsabilidad de Miguel Ángel González y Miguel Pérez. “La postura de la Fiscalía no es antojadiza”, planteó y reconstruyó los testimonios vertidos en el debate oral. Remarcó cuáles eran las condiciones climáticas de aquella noche, al considerar que todos los testimonios dieron cuenta de la espesa niebla. Subrayó que estaba probado que Maulucci cruzó el Puente General San Martín y fue advertido tanto por un empleado de la Aduana como por los gendarmes que había un corte de ruta en Arroyo Verde. Se refirió a la señalización del lugar, sobre la que dieron cuenta variados testigos. “De 14 testimonios, 9 sostuvieron que el lugar estaba iluminado y señalizados. Además indican que Maulucci fue advertido del corte y la niebla”, alegó. Destacó asimismo que durante el debate, ningún gendarme pudo sindicar a los imputados como responsables. En cambio, resaltó el testimonio de María Alicia Rivero. “Esa chica tuvo una actitud muy destacable: escuchó el accidente y salió corriendo a avisar a los gendarmes. Si Maulucci hubiese tenido posibilidades de vivir, el accionar de Rivero tal vez lo hubiese salvado”, reflexionó. “¿Colocaron González y Pérez el acoplado? No hay ninguna prueba de eso. Incluso antes de este debate no había elementos para sostener esa acusación. ¿Podrían haber retirado Pérez y González el acoplado? Era imposible, y en eso coincidieron civiles, gendarmes y policías. Tampoco podían decidir ellos dos sobre el acoplado, porque no tenían ese poder. Todos lo declararon así. ¿Podrían haber señalizado Pérez y González el acoplado? Y acá también me pregunto ¿era su deber?”, inquirió Candioti. “Yo no quiero decir que la Gendarmería es responsable, pero quizás era su deber, máxime teniendo en cuenta que el Juzgado Federal ordenó a la Gendarmería garantizar la seguridad sobre la Ruta Nacional 136. Estaba el deber de señalizar. Tampoco está acreditado que el lugar no haya estado señalizado”, subrayó. Candioti asentó además: “No quiero decir que la víctima haya sido culpable, pero no está acreditado que no estaba iluminado el lugar, porque si hubiese sido así, yo me pregunto cómo no pasaron otras cosas en 1.000 noches de corte”. Resaltó también que al lugar asistieron en distintas oportunidades dirigentes de variados estratos gubernamentales y eclesiásticos. “Nadie de ellos recomendó que señalicen el acoplado porque había riesgo de accidente”. Por lo expuesto, Candioti cerró: “El Ministerio Público Fiscal no puede sostener la acusación contra Pérez y González, porque no existe la prueba necesaria. Así que postulo la absolución de ambos. Creo que el fiscal no debe ser un ciego acusador”. El hecho La madrugada del domingo 26 de abril de 2009, cientos de personas permanecían apostadas en la zona del corte de ruta. Había carpas, casillas y vehículos. Había asambleístas, ciudadanos de variados puntos de país y delegaciones de estudiantes secundarios. Estaban acompañando, colaborando en la organización de lo que al día siguiente sería la quinta marcha sobre el Puente Internacional General San Martín, a modo de protesta por la instalación de la papelera. Cerca de la 1.45 de la madrugada, Walter Maulucci de 33 años atravesó el enlace internacional, proveniente de Fray Bentos (Uruguay). Los testigos aseguran, con mayor o menor coincidencia, que el motociclista que se movía a bordo de una Motomel Custom de 150 centímetros cúbicos, color negra, fue alertado del corte de ruta. Además, alegan que a pesar de la espesa niebla, la zona estaba iluminada. Pero eso no fue suficiente, Maulucci se estrelló contra la parte trasera de un acoplado -que no pudo identificarse ni se sabe quién es el dueño- que permanecía en la ruta y murió en el acto. Su moto quedó incrustada entre las ruedas traseras del semi-remolque. Miguel Pérez y Miguel Ángel González, llegaron hasta esta instancia imputados por Homicidio culposo. Les acusaron haber provocado una situación riesgosa por no señalizar correctamente el lugar y el rodado de arrastre, lo que desembocó en el accidente fatal. Al inicio de la causa hubo otros dos procesados, María Alicia Rivero y Enrique Reichel, aunque luego recibieron la falta de mérito.