E
l presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti , adujo "cansancio moral" y planteó a sus pares del máximo tribunal que no asumiría el nuevo mandato como presidente del cuerpo. La Corte Suprema ya había reelegido a Lorenzetti como presidente del alto tribunal, para que continúe ejerciendo esa función a partir de 2016, durante otros tres años. Formalmente, su mandato como titular del cuerpo vence en diciembre de 2015, dentro de ocho meses. Pero los miembros del tribunal, con una notable antelación, decidieron el 23 de abril pasado y por unanimidad, votar que el juez siguiera como presidente, y que como vicepresidenta continuara Elena Highton de Nolasco. Lorenzetti comunicó este lunes su decisión a los magistrados Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco en una reunión informal, y aunque una decisión definitiva para el próximo martes 12, cuando tendrá lugar una reunión de acuerdos del máximo tribunal. Lorenzetti había accedido a la presidencia de la Corte en 2007 y había sido reelecto por sus colegas por primera vez en 2011. Días atrás, sus compañeros decidieron ratificarlo en el cargo, de manera anticipada ya que el período culmina a fin de año. La decisión despertó las críticas del kirchnerismo. Sorpresa en el Gobierno La primera lectura que hacían los funcionarios nacionales reforzaba el malestar que desde hace tiempo manifiesta la presidenta Cristina Kirchner contra Lorenzetti, y por lo bajo lo acusaban de "victimizarse" ante los reproches que en la última semana le dedicaron la Casa Rosada y parte del oficialismo. Puertas adentro, el Gobierno intuía ayer una maniobra del presidente de la Corte tras su sorpresiva decisión de argumentar "cansancio moral" para abandonar el cargo para el que había sido reelegido nuevamente hace dos semanas. Lo que crece cada vez más dentro de Balcarce 50 es la idea de impulsar una mayor presión contra Carlos Fayt, a quien acusan de no estar en condiciones de fallar por su avanzada edad (tiene 97 años). Hasta ahora, la Casa Rosada negó, incluso en boca de Aníbal Fernández, que la Presidenta tuviera en estudio algún proyecto para aumentar el número de ministros del máximo tribunal, que sólo necesita mayoría simple para aprobarse. De todas maneras, un escenario con tres jueces podría cambiar el clima político y darle una llave al Gobierno para avanzar con alguna reforma mayor. El Gobierno tiene trabado el pliego de Roberto Carlés, el candidato que había elegido Cristina para reemplazar a Raúl Zaffaroni, publicó La Nación.