L
a intención gubernamental de fijar un techo de incremento salarial provocó la reacción del subjefe del gremio de Camioneros, Pablo Moyano, quien advirtió que no cederán a las presiones del oficialismo. "Vamos a pedir entre un 38 y un 40 por ciento de aumento", precisó el sindicalista, que de inmediato se adelantó a una posible negativa y avisó: "No vamos a firmar por menos del 33 por ciento porque nadie puede negar la inflación que hay". Tras denunciar que "el gobierno presiona" a los sindicatos y empresarios para controlar las subas salariales, el gremialista dijo -en radio Nacional Rock- que "después vienen con el verso de paritarias libres" cuando "siempre fuimos razonables a la hora de pedir un aumento". La negociación paritaria comenzó a calentarse luego de que el titular del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri, revelara que el Ministerio de Trabajo hizo naufragar el acuerdo de un incremento del 30% que había logrado tras una ardua negociación con empresarios del sector. Y la disputa podría agravarse porque varios gremios ya se pusieron en pie de guerra y amenazan con realizar medidas de fuerza. Al respecto, según consignó Infobae, resaltó que "hay muchos gremios importantes ligados al oficialismo que no pueden cerrar sus paritarias porque el kirchnerismo está presionando a las cámaras empresarias para que no firmen más del 25, 26 por ciento", y citó como ejemplo el caso de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Sobre la posibilidad de convocar a una huelga, subrayó que "teniendo en cuenta la inflación, el impuesto a las Ganancias que hace rato venimos reclamando y el Gobierno no escucha estos reclamos, seguramente nuestra organización va a ser puntapié en este reclamo".