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a Regional Paraná de HIJOS criticó la decisión del juez Leandro Ríos, que dictó la falta de mérito al médico Miguel Torrealday, acusado por la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela. La respuesta de Hijos no tardó en llegar: “La reciente decisión del juez, de disponer la falta de mérito para Torrealday viene a echar más oscuridad a la investigación de la complicidad civil en los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura”. “El juez Federal ha preferido creerle a un representante de la corporación médica paranaense, que siempre se refugió en un olvido inverosímil y un silencio atronador. Y no le resultaron convincentes los testimonios de las enfermeras, de las esposas de los socios del Instituto Privado de Pediatría y de los propios socios, ni las abundantes pruebas que demuestran que hubo responsabilidad de Torrelday en los delitos de robo de bebés y sustitución de identidad”, aseveraron. Para Hijos, “durante las largas horas que declaró en sus dos indagatorias, Torrealday no dijo nada que lograra rebatir esas pruebas que lo señalan como el encargado de coordinar la internación, la atención, el alta médica, el egreso administrativo y la entrega de Sabrina Gullino Valenzuela Negro y su hermano mellizo que todavía buscamos, los hijos de los compañeros desaparecidos Raquel Negro y Edgar Tulio Valezuela”. Y recordaron que “una de las enfermeras del IPP testimonió en la causa que recordaba la internación de dos bebés mellizos, que uno de ellos figuraba como “NN” en la incubadora, que nunca vio a los padres de esos chicos, ni recordó si fueron a preguntar al Instituto; que la nena era más gordita y el nene más chiquito, que como no iban a visitarlos, a veces ella y sus compañeras los alzaban, que los atendieron Miguel Torrealday y sus socios Luis Schroeder y Jorge Rossi”. “Ríos prefirió creer que Torrealday no vio a los mellizos ni supo de ellos”, arremetieron en otro tramo del comunicado. “Otra enfermera recordó a un bebé proveniente del Hospital Militar, que según comentarios era hijo de una ‘guerrillera’, que la única visita que recibía era la de la esposa de Vainstub, la que iba con sus familiares a ver a la bebé de "la extremista"; que ella se encargó de vestirlo cuando lo entregaron en adopción; que las circunstancias del bebé eran de conocimiento generalizado tanto entre las enfermeras como entre los médicos”, dijeron y agregaron: “Ríos prefirió creer que Torrealday no sabe nada de eso ni tiene idea de quién se llevó a los bebés”. “Durante el juicio oral y público de 2011, el tribunal careó a los médicos Vainstub y Schroeder. El primero dijo que el encargado de Neonatología era Torrealday, en tanto Schroeder dijo que no había un jefe de Neonatología, pero aclaró que Torrealday había hecho un curso en Córdoba y en la práctica y en los hechos ejercía ese rol”, manifestaron, al tiempo que añadieron: “Ríos prefirió creer que Torrealday no ejercía la conducción de Neonatología del IPP y desconocía lo que sucedía allí adentro, porque cualquier médico de la región podía internar allí a sus pacientes sin rendirle cuentas de nada a los dueños”. “Ríos prefirió no tener en cuenta las contradicciones del propio Torrealday, que repite que no supo nada de los mellizos, pero relató a ciertos testigos de la causa las circunstancias por las cuales los niños ingresaron en fechas diferentes. "Como la nena lloraba mucho, trajeron al hermanito para que le hiciera compañía", le dijo a, entre otros, Estela de Carlotto”. “Ríos prefirió creer que Torrealday no tuvo ninguna responsabilidad en estos crímenes, o por lo menos que las pruebas no alcanzan para procesarlo. Su decisión implica un freno al avance de la investigación a los cómplices civiles de la dictadura, como también se viene observando en forme alarmante en otras jurisdicciones del país, donde se desiste de enjuiciar a quienes no vestían uniforme pero igualmente actuaron como instigadores, encubridores, beneficiarios, partícipes o coautores del terrorismo de Estado”, expresaron luego. “Aunque con este freno Torrealday no queda totalmente desvinculado de la causa, en este caso la falta de mérito es sinónimo de falta de Justicia. Sin embargo, le recordamos al Juez que el robo de bebés, en tanto delito de lesa humanidad, es imprescriptible y el Poder Judicial debe dar cuentas de qué pasó en el IPP, quién se llevó al hermano de Sabrina y dónde está ahora. Le recordamos que la desaparición del Melli es un delito permanente, que se comete cada día que pasa sin que se esclarezca lo sucedido y cada vez que los responsables eligen seguir callando”, añadieron sobre el final. “Le recordamos también que Sabrina fue entregada desde el IPP a un grupo de tareas, el mismo día que su hermano mellizo, y desde allí los genocidas la trasladaron hasta la puerta de un convento en Rosario. Y esto fue comprobado en el juicio e 2011, que posee sentencia firme de Casación. Ante esto le preguntamos y nos preguntamos: ¿Falta de mérito o falta de justicia?”, publicó APF.