P
ablo Athanasiu Laschan, el nieto recuperado 109, fue hallado muerto en un departamento del barrio Constitución, en circunstancias consideradas como un suicidio, por lo que Abuelas de Plaza de Mayo expresaron su pesar. Fuentes de la agrupación confirmaron el deceso pero señalaron que no tenían detalles de lo que ocurrió anoche, en un departamento del barrio Constitución. Un comunicado de la entidad, en tanto, expresó su “profundo dolor por la muerte del nieto restituido Pablo Germán Athanasiu Laschan” y envió su “más sentido pésame a su familia”. “El terrorismo de Estado dejó duras huellas en nuestras familias. Día a día las Abuelas luchamos amorosamente por reconstruir los lazos rotos. Así como celebramos la restitución de cada nieto como si fuera la del propio, cada partida temprana nos duele intensamente”, señaló el comunicado. Athanasiu Laschan tenía 39 años y era hijo de un matrimonio de militantes del ERP que fue llevado secuestrado junto a sus padres por un grupo de tareas parapolicial el 15 de abril de 1976 cuando tenía solo cinco meses y medio. Frida Laschan Mellado y Ángel Athanasiu Jara, ciudadanos chilenos, eran militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y en marzo de 1974, luego del golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet, la mujer sufrió una persecución política hasta que se exilió en Buenos Aires. Aquí se reencontró con su pareja -quien había escapado un tiempo antes hacia Argentina- y comenzaron a militar en el PRT-ERP. Vivieron ocho meses en Capital Federal y después se mudaron a San Martín de los Andes, Neuquén, hasta mediados de 1975, pero ante los avisos de que estaban siendo vigilados, decidieron volver a Buenos Aires. El 29 de octubre de 1975 nació su hijo y en abril de 1976, la pareja y el niño fueron secuestrados del hotel en el que vivían, en un operativo realizado por fuerzas de seguridad en el marco del Plan Cóndor. El joven fue anotado como hijo propio con fecha de nacimiento 7 de enero de 1976 por un matrimonio con estrecha vinculación al régimen cívico-militar, tan es así que su apropiador hoy se encuentra detenido en el marco de una causa por crímenes de lesa humanidad. Desde el secuestro de los padres y su hijo, las familias Athanasiu y Laschan realizaron diversas denuncias e incluso viajaron a Buenos Aires para dar con su paradero. Los buscaron infructuosamente en cárceles, asilos y orfanatos. En 1982, Abuelas de Plaza de Mayo radicó la denuncia por su desaparición -fue una de las primeras de la Asociación- ante el juzgado Federal Número 1, actualmente a cargo de la jueza María Romilda Servini de Cubría. En abril del 2013, frente a las informaciones que indicaban que podía ser hijo de desaparecidos, y con la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Seguridad de la Nación, la institución se acercó al joven para invitarlo a dejar su muestra genética. En agosto de 2013 la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) confirmó su identidad.