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onzalo Núñez especial para INFORME DIGITAL El cura Justo José Ilarraz se presentó a la pericia psiquiátrica y física este lunes en Tribunales. El prelado está acusado de cometer abusos sexuales contra adolescentes seminaristas que estaban bajo su custodia en el Seminario de Paraná, entre los años 1985 y 1993. La causa que investiga esos hechos está caratulada “Ilarraz, Justo José s/ Promoción a la corrupción agravada”. El cura llegó a los Tribunales antes de la hora en que se le iba a someter a la pericia (ver complementario: Postergan pericia psicológica hasta que declare). Se cree que Ilarraz arribó al edificio antes de las 8:00 para evitar a la prensa que desde esa hora ya esperaba en los pasillos y escalinatas sobre calle Laprida. Cerca de las 9:00 recién se pudo ver al abogado defensor del sacerdote en Paraná, Juan Angel Fornerón, quien llegó acompañado por los hermanos de Ilarraz. Al ser entrevistado, el letrado reiteró la posición de la defensa que asegura que la acción penal prescribió: "la defensa tiene dos campos de acción: uno de los derechos que tiene todo imputado es cuestionar si el proceso se está llevando o no en debida forma; y otro es de la vida de la acción penal. No se puede llevar adelante un proceso si no hay una acción penal vigente", sostuvo, a pesar de los fallos en contra de la prescripción. "No hay ningún motivo para llevar adelante esta investigación cuando la acción penal prescribió ocho años antes de que se radiquen las denuncias", dijo y aseguró que hasta el día de la fecha no hay "prueba de cargo" que acredite los hechos por los que se acusa a Ilarraz. El letrado, al ser abordado por la prensa, informó que el cura ya estaba dentro del Departamento Médico Forense “Dr. Valentín A. Volpe”. En igual sentido se expresó la jueza de Transición Nº2, Susana María Paola Firpo, quien sostuvo –con un término inapropiado para el caso en cuestión-que el cura llegó oculto para “evitar el acoso periodístico”. El objetivo de la pericia, explicó Firpo, fue confirmar o descartar que Ilarráz esté en pleno uso de sus facultades mentales para enfrentar un proceso penal. Durante toda la mañana el abogado y los hermanos del sacerdote se mantuvieron frente a la oficina donde supuestamente estaba Ilarraz siendo sometido a la pericia. Sin embargo, con el correr de los minutos se comenzó a especular con que el cura no se encontraba en ese lugar, sino en otra de las tantas oficinas del Poder Judicial. Todos los pasos de Fornerón eran seguidos de cerca por los periodistas que esperábamos la salida de Ilarraz. Luego comenzó a evidenciarse que el letrado intentaba distraer la atención de los periodistas, fotógrafos y camarógrafos. Y lo logró. En un momento el letrado junto a uno de los hermanos del cura subieron al primer piso del edificio de justicia, caminaron por el pasillo izquierdo que da hacia calle Santa Fe y bajaron la escalera para dar con la salida a esa arteria. Una vez afuera se dirigieron al estacionamiento de Tribunales y subieron al vehículo de Fornerón donde, en su interior, ya esperaba el cura junto con una ignota mujer. Así, mediante una maniobra de su abogado y con la venia de funcionarios judiciales, el cura se escapó de la vista de los periodistas presentes. INFORME DIGITAL sorprendió al abogado del cura que se encargó de sacar a su defendido del edificio de Tribunales. (Ver foto). La próxima instancia que le espera al cura es la indagatoria que se realizará el 21 de abril, luego será citado para la pericia psiquiátrica.