E
l Gobierno nacional, a través del nuevo jefe de la Secretaría de Inteligencia Oscar Parrilli, relevó este jueves del secreto que protege la información de inteligencia al ex espía Jaime Antonio Stiuso, quien anunció que va a declarar como testigo en la causa que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman. Lo hizo a través de su abogado, Santiago Blanco Bermúdez, que se presentó en los tribunales para entrevistarse con la fiscal a cargo de la investigación, Viviana Fein. Stiuso fue una de las últimas personas que habló por teléfono con Nisman el fin de semana de su muerte. Según los registros en poder de los investigadores, la última comunicación entre ellos fue el sábado 17 entrada la tarde, informaron fuentes judiciales. Nisman apareció muerto al día siguiente. Este jueves el abogado Blanco Bermúdez llegó temprano a la fiscalía de Viviana Fein. Ella había firmado el miércoles la citación a Stiuso. Según el abogado, la notificación nunca llegó y se enteró por los diarios de que su cliente había sido llamado a declarar, por lo que antes de la hora prevista para la audiencia -Stiuso estaba citado para las 11 de la mañana de este jueves- se reunió con la fiscal. De acuerdo con su relato, sin haber siquiera hablado con su cliente. En esa reunión, abogado y fiscal acordaron que cuando la declaración se concrete, se dispondrá con la mayor reserva, tratando de que no trascienda cuándo ni dónde, requisito que responde a las características del testigo, casi un "superagente" de identidad reservada que ha digitado desde los más altos cargos de poder a la ex SIDE durante los últimos años. El agente en el ojo de la Justicia El último cargo de Jaime Stiuso fue de director general de Operaciones, pero el poder que tuvo en la Secretaría de Inteligencia durante el kirchnerismo lo ubicaba, en los hechos, en la cúpula de la organización. Con Nisman tuvo una relación estrecha; durante años trabajaron juntos en la investigación del atentado a la AMIA. Según la Presidenta Cristina Fernández, Stiuso le dirigió la investigación. Blanco Bermúdez construyó una relación de confianza con Stiuso cuando trabajaba como abogado para la SIDE. También lo conocía a Nisman desde hacía muchos años; desde antes incluso que Stiuso. Se consideraba su amigo. Conocido en los tribunales como "el gallego", Blanco Bermúdez era secretario del juzgado de Morón en el que Nisman empezó, como meritorio, su carrera judicial. En un comunicado difundido este jueves, la fiscal Fein anunció que "el abogado no puso reparos en que su representado preste declaración testimonial" (en rigor, está obligado a presentarse) y dijo además que para fijar la nueva audiencia iba a esperar que "las autoridades de la Secretaría de Inteligencia (SI) eleven a la fiscalía de manera expresa el relevamiento del secreto", consigna La Nación. Horas antes y respondiendo a las órdenes de Cristina Fernández, el nuevo jefe de la SI, Oscar Parrilli, había anunciado: "se relevará a Stiuso de guardar secreto de todo lo que sabe o hizo desde 1972 hasta el 5 de enero de 2015". Parrilli aseguró que "la Presidenta quiere que se cuente todo", dijo. Jueves por la tarde todavía no había llegado a la fiscalía de Fein la notificación oficial del levantamiento del secreto. La citación que nunca llegó Blanco Bermúdez declaró que Stiuso no sabía de la citación porque no le había llegado la cédula con la convocatoria. La fiscalía se la había enviado al domicilio legal de una sociedad que se le atribuye al ex espía, American Tape SRL, donde dijeron no conocerlo. Además, el equipo de trabajo de Fein intentó ubicarlo en varios números de teléfono, pero tampoco así logró dar con él. Este jueves por la mañana, antes de reunirse con la fiscal, el abogado de Stiuso expresó que "si no me llamó, estimo que no le habrá llegado ninguna citación". Justificó así la ausencia de su cliente, pero sostuvo que Stiuso estaba a disposición de la Justicia. Recién por la tarde admitió que había hablado con él. El abogado dijo que Stiuso le había asegurado que iba a ir a declarar y que contestaría las preguntas que le hicieran. Los avances de la investigación Por otra parte, este jueves la fiscalía anunció que estaba avanzando en otras medidas de prueba. Una de ellas fue un allanamiento que se hizo por la mañana en una caja de seguridad que Nisman tenía a su nombre. Lo había ordenado la jueza Fabiana Palmaghini. Cuando llegaron los investigadores, en la caja ya no había nada. La cotitular es Sara Garfunkel, la madre de Nisman. En la fiscalía sospechan que la vació y es muy probable que la citen a declarar para que informe qué sacó. En cuanto a los peritajes pendientes, el toxicológico estará listo recién para el 18 de febrero, un mes después de la noticia de la muerte del fiscal, y el que se hará sobre teléfonos y computadoras no tiene todavía fecha de inicio. Primero las partes deberán proponer los "puntos de peritaje". Ese día se realizará una "marcha de silencio" organizada por la Asociación de Fiscales, para conmemorar el primer mes sin Nisman y reclamar celeridad en el esclarecimiento del caso. En el proceso, además, falta escuchar todavía a ex empleados y funcionarios de Nisman. Aunque por el momento, en materia de testigos, desde ahora y hasta que finalmente testifique, la expectativa estará puesta exclusivamente en Stiuso.