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a Justicia provincial puso un punto final a la discusión por prescripción en la causa por abusos a seminaristas contra el cura Justo José Ilarraz. Este martes, la Cámara de Casación Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), recientemente creada en el fuero penal y compuesta por los jueces Rubén Chaia, Elisa Zilli y Elvio Garzón, rechazó el recurso de apelación interpuesto por los defensores. Si bien podrán seguir reclamando en instancias superiores, la Justicia provincial deberá iniciar la investigación sobre lo que podría definirse como el hecho más grave sucedido en democracia, en el seno de la Iglesia Católica entrerriana. Uno de los casos más escandalosos de abusos sexuales en la órbita de la Iglesia Católica será investigado por la Justicia provincial. La causa “Ilarraz, Justo José s/Promoción a la corrupción de menores agravada”, completó en el fuero penal provincial la discusión de forma. Es decir que ya no se debatirá en los tribunales entrerrianos si los delitos acusados al cura que se desempeñaba como prefecto en el Seminario Menor de Paraná, están prescriptos o no: para la nueva Cámara de Casación Penal, los abusos a niños que comenzaban a transitar el sendero de la religión, deben investigarse. La decisión fue dada a conocer este martes a las 12, tal como estaba pautado desde la última audiencia de debate, llevada a cabo el 1 de noviembre pasado. En esa instancia, el procurador General de la provincia Jorge García, había advertido la necesidad de desarrollar la pesquisa: “Queremos investigar; dejen de comportarse como la parte más negra de la Iglesia Católica”, les había dicho a los defensores del cura Jorge Muñoz y Juan Ángel Fornerón. “No queremos que Argentina vuelva a ser sancionada por tribunales internacionales”, habían planteado por su parte los querellantes Marcos Rodríguez Allende; Rosario Romero -en reemplazo de Marcelo Bridón- y Milton Urrutia. De esta forma, se aguarda que el expediente vuelva al Juzgado de origen, a cargo de Alejandro Grippo. Ilarraz debería ser citado para prestar declaración indagatoria, y deberían ordenarse medidas en torno a continuar con la investigación. Ilarraz está acusado de haber abusado de decenas de adolescentes en el Seminario Menor de Paraná, donde él ocupaba el cargo de prefecto y preceptor de esos niños que cursaban los estudios secundarios, con miras a continuar la carrera sacerdotal. En el expediente ya declararon siete ex seminaristas víctimas de las violaciones. Además, en los últimos días se conoció una carta de ellos, en la que reclaman que la Justicia no abandone el caso. “Renovamos nuestro pedido. Muchos son los afectados que en el silencio de sus reclamos, sean miedos propios, miedos a semejantes, quieren y hacen fuerza para desenmascarar a esta criatura humana, corrompedora de almas de gente humilde, creyente, trabajadora, que pone la mano en el arado y no mira hacia atrás, lamentando el surco abierto y sembrando la semilla de la esperanza de una cosecha renovada, limpia y sin cizañas”, dice la misiva que fue publicada por este sitio. Las violaciones habrían sido cometidas por Ilarraz entre 1984 y 1992 con víctimas de entre 12 y 16 años, niños que habían sido enviados por su familia al Seminario de Paraná con la intención de que consagren su vida al sacerdocio, publicó Análisis Digital.