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e la redacción de INFORME DIGITAL La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) se movilizó este jueves a la Casa de Gobierno en le marco del paro de 24 horas. A la marcha concurrieron todas las seccionales de la provincia en reclamo por una recomposición salarial y mejoras en condiciones laborales. Destacaron que hubo un alto acatamiento a la huelga, que superó el 90%. Tanto la conducción del gremio, Integración y aliados, y la agrupación "Rojo y Negro" y afines, se movilizaron por separadas y confluyeron en la explanada del edificio de Gobierno. Mientras que la primera partió desde la sede central de Agmer, ubicada en calle Alameda de las Federaciones; la oposición al oficialismo gremial marchó desde la seccional de Agmer Paraná. Frente a la Casa Gris hubo un único orador, el recientemente reelecto secretario general del gremio, Fabián Peccín, quien cuestionó duramente al gobernador Sergio Urribarri. “La solución está en sus manos”, dijo el gremialista que estuvo acompañado por el dirigente de ATE, Manuel Ramat y el secretario general de "CTA de los Trabajadores", Luis Gálligo. Al tomar la palabra, el dirigente gremial destacó las democráticas elecciones del gremio que se desarrollaron la semana pasada y que “muchos de los partidos políticos, oficialistas y opositores, quisieran tener”. En el principal ingreso a la Casa de Gobierno, Peccín leyó su discurso dirigido al gobernador Sergio Urribarri donde enumeró las demandas de los docentes. En primer lugar exigió la inmediata apertura de la paritaria y una urgente recomposición para los salarios. “El desfasaje que sufrieron los salarios con una devaluación a principio de año, corridas cambiarias y remarcaciones de precios por los grupo monopólicos que desató una inflación, erosionó nuestro poder adquisitivo”, dijo el dirigente de Agmer y agregó que esto “hace que los trabajadores no lleguemos a mitad de mes y resulta intolerable”. Acto seguido repudió “las dilaciones de los funcionarios a la hora de hablar de salario”, y expresó que no serán los docentes quienes “vamos a pagar este momento de recesión de la economía, sino que deben ser los sectores privilegiados que se han visto beneficiados en estos años”. En ese marco, recordó los beneficios impositivos a la industria que dio Sergio Urribarri y que causó polémica en los gremios que acompañaron la reforma tributaria, entre ellos la conducción de Agmer. “La marcha atrás del impuesto a la industria es un retroceso inadmisible y contraria a cualquier política progresistas. Son las mismas que aplica el descuento a los trabajadores por ejercer el legítimo derecho a la huelga”, consideró Peccín. Demandas y advertencias Antes de enumerar una serie de “deudas” del Gobierno hacia los trabajadores, el secretario general de Agmer, advirtió a Urribarri: “estamos dando la lucha sin medias tintas, con claridad en los reclamos y dispuestos a continuarla hasta que se siente a discutir con los trabajadores un sueldo digno y cuya responsabilidad y solución del conflicto está en sus manos”. El gremialista reseñó brevemente las demandas expresadas en varias oportunidades a funcionarios de la Casa Gris: la precarización laboral en relación a las condiciones de los docentes “designados por artículo 40 de la Constitución sin los derechos consagrados en nuestro estatutos y que representan un retroceso en la igualdad de conquista”; los contratos en el ‘Plan Fines’ y ‘Mejoras’ y el pago en tiempo y forma; asimismo denunció la precarización en las condiciones de contrato de los docentes de escuelas públicas de gestión privada “sometidos a las patronales privadas que no le reconocen los derechos y donde no existe intervención del Estado en resguardo de los mismo”; así también reclamó “el pago en tiempo y forma de los aportes de la patronal privada a la Caja de Jubilaciones y de ésta al Iosper” y también exigió la restitución del 2 por ciento del aporte patronal a la obra social. En esa línea también manifestó que continuarán en la defensa de la ley de jubilaciones y que “no nos doblegarán en los intentos de armonizar el sistema de seguridad social con concesiones liberales”, dijo al tiempo que advirtió que el Gobierno quiere reeditar políticas neoliberales “contrariando políticas progresistas”. En esa línea exigió la modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias “que como gravamen al salario nos vuelve hacia atrás con las recomposiciones obtenidas”, cerró.