E
l Juzgado en los Civil y Comercial número 1 de Gualeguaychú dio curso al pedido de remate de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER), para cobrase una deuda impositiva que la empresa láctea tiene de años con el organismo provincial por 180 mil pesos. Mediante edicto judicial publicado el domingo, el juez subrogante en primera instancia, Héctor Vasallo, habilitó el pedido de remate realizado por la ATER sobre una parte de la planta de la Cooperativa Tambera de Gualeguaychú (Cotagú), porque se adeuda al Fondo de Integración de Asistencia Social, Ley 4.035. La propiedad a rematar comprende 797 metros cuadrados. El sector a rematar es empleado para la carga y descarga de camiones además de encontrarse el lavadero de los camiones cisternas que transportan la leche de los tambos hasta la usina láctea. El remate será en Tribunales, el 12 de noviembre a las 10, y la única manera de pararlo es que la empresa cancele la deuda con la ATER. El precio base en el remate está valuado en 169 mil pesos y de acuerdo al edicto “quien resulte comprador deberá abonar en el acto de la subasta el 10 por ciento en concepto de seña, más el 4 por ciento en concepto de seña como honorarios del martillero que será Héctor Carrazza, debiéndose abonar el resto del dinero en los cinco días posterior a la fecha de la subasta. Para los empleados de Cotagú, la noticia del remate es un duro golpe, en momentos en que por una cuestión estacional, la empresa comenzaba a recibir más insumos, además de prestar servicios a terceros, al recibir leche de otra industria láctea para hacer quesos a fasón. Cotagú, prácticamente no tiene deudas con los tamberos, que le proveen la leche todos los días para mantener en funcionamiento la planta, la única deuda que tiene la Cooperativa es con la ATER y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que a este último organismo se le estaría debiendo 25 millones de pesos, y pese al haber logrado refinanciar la deuda, la difícil situación financiera que desde hace años atraviesa la empresa de la economía social, no pudo seguir pagando las cuotas que rondaban los 250 mil pesos por mes. La otra deuda es con los 47 empleados que tiene la planta. A principio de este año el directorio de Cotagú realizó una presentación de situación de crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia, y desde el mes de abril la empresa comenzó a realizar reducción horaria, trabajando cuatro jornadas de las seis habituales, lo que significó una merma del 33 por ciento del sueldo de los trabajadores. De no poder frenar el remate de parte de la propiedad de la planta, podría poner a la empresa de la economía social al borde del concurso de quiebras, lo que luego el síndico junto al juez entendido en la causa serían los que determinarían si la empresa es viable para que siga funcionando y preservar los puestos de trabajo, además de autorizar la compra por otra firma láctea interesada, una vez que se vendan todas las instalaciones en remate judicial y se prerrogatee la deuda con los acreedores. El impacto social De producirse el concurso de quiebra de Cotagú, el impacto social sería enorme para la ciudad y otras localidades del departamento, debido a que directa o indirectamente la cooperativa genera el sustento a 300 familias, entre empleados de planta, transportistas, distribuidores y pequeños tamberos que se encuentran en la cuenca lechera departamental, que por el volumen diario producido, no les resulta atractivo a las grandes empresas lácteas que compran leche a los grandes tambos que operan en el interior del departamento. Cotagú cuenta con una planta moderna, con capacidad para procesar 100 mil litros de leche por día, pero solo recibe 30 mil y necesita entre 55 a 60 mil litros diarios para a partir de allí alcanzar el punto de equilibrio y salir a ganar más mercado. La demora en los pagos a los tamberos, provocó una pérdida de confianza que a lo largo de los años no pudo revertir. Como resultado, esa demora en los pagos en una actividad como la lechería que no perdona la ineficiencia, provocó que los tambos que la misma Cotagú contribuyó a gestar y desarrollar en el tiempo, dejaran de proveer a la Cooperativa, y se volcaran a satisfacer la demanda de otras empresas lácteas como Baggio, la Sibila y la Serenísima que pagan en plazos más cortos y a un precio mejor por litro de leche en boca de tambo.