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e manera unánime y en la que será quizás la última votación consensuada del año, la Cámara de Diputados convirtió en ley este miércoles la nueva moratoria previsional para que autónomos y monotributistas puedan regularizar aportes. De esta manera, el Gobierno puso en marcha la segunda etapa del Plan de Inclusión Previsional, que beneficiará a más de 473 mil personas y da continuidad a la moratoria impulsada en 2005. El proyecto del Poder Ejecutivo, defendido en el Congreso por el titular de la Anses, Diego Bossio, obtuvo 202 votos a favor y fue debatido a lo largo de casi ocho horas. Ningún diputado votó en contra y apenas cuatro se abstuvieron: Martín Lousteau, Carla Carrizo (Suma+UNEN), Fernando Sánchez y Pablo Javkin (CC-ARI). Si bien la oposición sentó duras críticas a la iniciativa, a la que consideró un “parche” sobre el sistema previsional, decidió acompañar la votación en general por su fin “loable”. Los bloques opositores reclamaron una reforma “integral” sobre el tema y también la “universalización” efectiva de la cobertura, además de cuestionar la facultad “discrecional” que tendrían funcionarios del Ejecutivo para determinar a quién conceder el beneficio. La nueva moratoria El proyecto de moratoria, que consta de 13 artículos, implementa la segunda etapa del Plan de Inclusión Previsional, dándole continuidad a la moratoria impulsada por el expresidente Néstor Kirchner en 2005. La norma está destinada a los autónomos y monotributistas que, habiendo cumplido la edad jubilatoria -o cumpliéndola en los dos años de vigencia de esta norma-, tengan que regularizar aportes hasta diciembre del año 2003, ya que el plan anterior regía hasta 1993. Según explicó la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, esta nueva moratoria permitirá "la universalización" del sistema y beneficiará a más de 470 mil personas que hoy están afuera por no contar con los 30 años de aportes. El proyecto precisa que la última moratoria incluyó a “2.701.933 adultos mayores” y que “elevó un 30 por ciento la tasa de cobertura previsional en pocos años”, pasando del 63,6 por ciento en 2002 al 93,8 por ciento en 2013. Asimismo, establece que “el plan de pagos es abonable hasta en 60 cuotas, que se actualizarán por movilidad jubilatoria con el fin de mantener el porcentaje de pago mensual con relación al haber mensual evitar el desfinanciamiento”. La prestación, a su vez, es incompatible con “una prestación previsional contributiva de cualquier nivel de gobierno o pensión no contributiva o plan social, salvo que se trate de una prestación previsional mínima”.