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duardo Moliné O'Connor falleció este miércoles a la edad de 76 años. Exministro de la Corte Suprema de Justicia, fue el primer juez del máximo tribunal en ser sometido al juicio político por el Congreso a comienzos del kirchnerismo. Pariente de Hugo Anzorreguy, llegó a la Corte durante la administración de Carlos Menem proveniente de un importante estudio de abogados. Su muerte se conoció en la Corte este miércoles al mediodía y este jueves los ministros emitirán una acordada expresando sus condolencias. La noticia llegó desde el estudio que hoy en día conduce su hijo. Ocurrió pocas horas después del fallecimiento de otro exjuez del alto tribunal, Jorge Bacqué, quien había renunciado en 1990 al conocerse el proyecto menemista de ampliar la Corte. Fue el primer supremo en ser suspendido por el Congreso. Votada por la Cámara de Senadores en 2003, se concretó tras una sesión que se extendió hasta altas horas de la madrugada y durante la cual Moliné confrontó en reiteradas ocasiones con Cristina de Kirchner sobre si el Poder Legislativo tenía la potestad para suspender a un ministro de la Corte. Representado por el constitucionalista Gregorio Badeni, el entonces magistrado logró 18 adhesiones mientras que 40 senadores se inclinaron por su destitución. Luego de su salida de la Corte entabló reclamos en tribunales internacionales contra dicho proceso y acudió a los tribunales para solicitar una jubilación de privilegio. El litigio llegó hasta la Cámara en lo Contencioso Administrativo, donde se dispuso la inconstitucionalidad del artículo de la ley que limitaba ese beneficio para funcionarios destituidos. La Ley 24.018, dictada en 1991, regula "asignaciones mensuales vitalicias" para altos funcionarios -encabezados por el presidente de la Nación-, pero en su artículo 29 dispone que se excluya a aquellos "beneficiarios" que "previo juicio político, o en su caso, previo sumario, fueren removidos por mal desempeño de sus funciones". Según publicó Ámbito Financiero, los patrocinantes de Moliné, sin embargo, plantearon que ese artículo violaba la Constitución nacional, al no reconocer derechos adquiridos, el derecho de propiedad y el principio de igualdadw y que se estaba otorgando un "tratamiento discriminatorio al actor". Finalmente ganaron el caso. Moliné fue además dirigente internacional de su deporte predilecto: el tenis.