C
omo es habitual, los funcionarios desestimaron el efecto de la inflación sobre las bases imponibles, sean ventas, salarios o comercio exterior, y justificaron el récord nominal de los recursos tributarios en el aumento de la actividad, la nómina de trabajadores y el comercio exterior. El dato saliente de abril fue que se cortó la fuerte desaceleración del ritmo de crecimiento de los recursos tributarios en los dos meses previos, y se explicó por "aumento del consumo, más ventas y mayor cantidad de inscriptos en el IVA". Según Pezoa, esos fueron los principales factores que explicaron el salto del 47,5% en el caso del IVA total y 51,9% en lo que respecta al IVA-DGI. "También hubo un efecto del esfuerzo para formalizar la economía", agregó Echegaray. En este punto llamó la atención el logro de semejante crecimiento de los recursos, porque no se corresponde con el aumento nominal de la facturación de las cadenas de supermercados, ni con el patentamiento de automotores, y menos aún con el desempeño del consumo en los canales minoristas, donde CAME estimó una baja de 7,3 por ciento. Es cierto lo que respondió el titular de la AFIP "Nadie paga más impuestos si tuvo menos ventas o menos actividad, nosotros no hacemos estimaciones, sino sólo recaudamos". Sin embargo, nada dijo sobre si en el mes se verificó un vencimiento más de pago de IVA que el año anterior, por efecto de los corrimientos de fechas que generaron los feriados nacionales doble como Carnaval, Semana Santa y el puente del 1 de mayo (no fue consultado sobre este punto). Sin embargo, de la lectura de la planilla de recaudación de abril de 2013 surge que un factor clave de tamaño salto de lo percibido por el IVA obedeció a que entonces se había registrado una suba de apenas 13,6 por ciento, dejando una flaca base de comparación para el año siguiente. Del lado del comercio exterior sobresalió el incremento del 64,8% de lo percibido por retenciones sobre las exportaciones. El funcionario resaltó el "importante pago del sector agropecuario del complejo oleaginoso, 28% combustibles y disminuyó en el caso de los exportadores de cereales". De ahí surgió una suba global de 33,7% en este componente de los recursos tributarios. También lo cobrado por derechos de importación, con 36,7%, superó el efecto de la inflación de 35,7% que estimó el consenso de los economistas y de la devaluación del peso en los últimos doce meses. En el caso de la Seguridad Social, destacó Pezoa que el modesto aumento de 19,4% obedeció "al ingreso extraordinario en abril de 2013". Por el contrario, se mantuvieron firmes los incrementos de lo ingresado por el Impuesto a las Ganancias, con más de 43 por ciento y 40,8% en el gravamen sobre los créditos y débitos bancarios. Cabe recordar que en abril de 2013, con una tasa de inflación de 23,7% y una tasa de actividad que para el Indec creciía a un ritmo de 8,6%, la recaudación de IVA-DGI se elevó apenas 13,6%, ahora con alza de precios al consumo, medida por la Inflación Congreso, de 35,2% y actividad en receso, el cobro de ese tributo saltó 51,9%. De ahí surge, un "efecto estadístico", por la baja base de comparación, más que la vitalidad de la actividad productiva y comercial, como factores determinantes de la aceleración relativa de la tasa de expansión de los recursos tributarios. De ahí que para despejar ese efecto, será clave analizar el desempeño de los ingresos fiscales en forma bimestral. En el acumulado del cuatrimestre, los 254.479,2 millones de pesos que ingresaron a la AFIP a través de la DGI, la Aduana y el Sistema de Seguridad Social, significaron un un crecimiento nominal de 34,8%, siete décimas porcentuales por debajo de la inflación del período, es decir cayó 0,5% en términos reales. Más caja para las provincias Destacó el secretario de Hacienda que en abril se giró a las provincias por coparticipación federal de impuestos 40,2% más que un año atrás, y por el Fondo Federal Solidario se remitió 83,8% más que abril del año anterior. Y en el cuatrimestre sumó $91.156 millones, con un 39,7% más que en el acumulado de 2013. El acuerdo que hicieron las autoridades nacionales con los exportadores del complejo oleaginoso para que anticipen la liquidación de sus ventas para apuntalar las reservas del Banco Central, tuvo efectos por partida doble: por un lado frenó la caída de la posición de divisas de la autoridad monetaria y por el otro, aceleró la percepción del cobro de retenciones y con ello las transferencias a provincias del Fondo Federal Solidario.