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e la redacción de INFORME DIGITAL El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, despegó al Gobierno de la iniciativa para limitar los piquetes y dejó solos a los diputados Carlos Kunkel y Juan Manuel Pedrini. "No es un proyecto que incumbe directamente al Poder Ejecutivo", sostuvo en su habitual conferencia de prensa. El jefe de Ministros intentó amainar las críticas contra los legisladores oficialistas y resaltó la necesidad de que el Congreso debata este tipo de iniciativas, pero reiteró tres veces en su conferencia de prensa diaria que el Gobierno no tuvo participación en la elaboración del texto. "No es un proyecto que incumba directamente al Poder Ejecutivo, no cabe duda que hay una demanda social, un hartazgo social por interrupción del tránsito por núcleos reducidos de manifestantes que generan inconvenientes en el desenvolvimiento del tránsito", fue la frase completa de Capitanich. La necesidad de buscar alternativas para terminar con los piquetes surgió tras una frase de la propia presidente Cristina Kirchner en el inicio de sesiones ordinarias del Congreso. Aquel mensaje marcó un quiebre en el discurso oficialista y generó aplausos en todo el arco opositor. La semana pasada un grupo de representantes del kirchnerismo presentó un proyecto que divide los piquetes en legítimos e ilegítimos. Los segundos son aquellos que no fueron informados con 48 horas de anticipación y permiten el accionar de fuerzas públicas para disiparlos. Capitanich admitió que existe un "hartazgo social" con respecto a los cortes de calles, pero puso el foco sobre los fiscales, quienes dicen que el delito está tipificado en el Código Penal pero no actúan para evitarlos.