E
l Estado argentino cerraría un nuevo capítulo de su historia de política hidrocarburífera, marcada por la expropiación de YPF en 2012 y el pacto con Chevron en 2013, si el oficialismo en la Cámara de Diputados logra sancionar la ley que ratifica el acuerdo con Repsol. El bloque que conduce Juliana Di Tullio tiene previsto aprobar el proyecto este miércoles, en la que será la primera sesión deliberativa de la Cámara baja, luego de que el Senado y la Junta de Accionistas de Repsol ratificaran el convenio firmado en febrero pasado. El proyecto contaría con aproximadamente 133 votos positivos del Frente para la Victoria, sus bloque aliados (Frente Cívico por Santiago, Nuevo Encuentro, Movimiento Solidario Popular, PJ La Pampa) y un puñado de disidentes, frente a un arco opositor divido entre el rechazo y la abstención. Apoyos al oficialismo La de este miércoles será la primera sesión estrictamente deliberativa desde que se renovó la composición de la Cámara en diciembre pasado. Y con una tropa oficialista que roza el quórum de 129 diputados, el rol de los aliados será clave para iniciar las deliberaciones y aprobar el proyecto sin modificaciones. Pero al número estable de 131 diputados que alcanzan kirchneristas y aliados tradicionales podría sumarse un grupo de disidentes que ve con buenos ojos el acuerdo arribado con Repsol por la reestatización de YPF. Tal es el caso del Movimiento Popular Neuquino, donde la facción oficialista que representa la diputada Alicia Comelli y la facción opositora de María Villar Molina y Adrián San Martín se unirán para acompañar el proyecto. Molina y San Martín seguirán los pasos del referente partidario Guillermo Pereyra, que en el Senado fue uno de los más activos a la hora de defender el acuerdo que, dice, beneficiará con creces a la economía de su provincia. La sorpresa la podrían dar los diputados del interbloque Compromiso Federal. Desde que rompió con el piquetero Raúl Castells, la diputada Ramona Pucheta mantuvo posiciones coincidentes con el kirchnerismo y para este caso podría sumarse al elenco de aliados. “Si bien cuestiono el monto que se le pagará a Repsol, no voy a votar en contra porque voté a favor de la expropiación de YPF y quiero que se resuelva este problema. Mi voto lo voy a decidir junto al resto del interbloque, aunque siempre con libertad de conciencia”, explicó a este medio. El titular de Compromiso Federal, Walter Aguilar, confirmó que su bloque decidirá su voto este martes, de acuerdo con la postura de la mayoría de sus integrantes. Como sucedió con la ley de expropiación, los puntanos se dividen entre el rechazo y la abstención. Y si bien Aguilar deslizó que se opone al acuerdo por estar “mal hecho” y no contar con el control de la AGN, no es menor tener en cuenta la abstención de su jefe político, Adolfo Rodríguez Saá, durante la votación en el Senado. División en el arco opositor La Unión Cívica Radical, el interbloque Frente Amplio Progresista y los porteños de UNEN se opondrán firmemente al acuerdo, tal como lo hicieron sus representantes en la Cámara alta. Los integrantes de lo que será el Frente Amplio UNEN cuestionan no solo el monto de los 5.000 millones de dólares que se le pagarán a Repsol en concepto de indemnización, sino también los pasivos ambientes que a su entender no están contemplados en la compensación. En cambio, los diputados de Unión Pro ratificaron que abstendrán, ya que si bien cuestionan algunos términos del acuerdo además de la expropiación de 2012, prefieren no oponerse a una medida que consideran le ahorrará problemas al país en el plano internacional. Otro que se inclinaría por la abstención es Francisco de Narváez, según informó Parlamentario.com. El Frente Renovador de Sergio Massa, en tanto, todavía no confirmó su voto, aunque no se descarta que siga los mismos pasos del macrismo.