A
una semana del retorno a clases en un puñado de distritos -el grueso lo hará el 5 de marzo- se extiende el rechazo de los maestros a los aumentos escalonados de hasta el 25% anual que intenta imponer el grueso de los gobernadores, y ya hay anuncios formales de paro para el día de regreso a las aulas. Las negociaciones locales se ven en rigor golpeadas por una paritaria nacional que no logra arrancar, producto de las diferencias entre el Gobierno y los gremios, por lo que sería inminente el anuncio de una suba anual escalonada por decreto -por tercer año consecutivo- del sueldo inicial de los docentes, que sería de entre el 23% y el 25%. En algunos despachos de la Casa Rosada se evaluó la conveniencia de que, durante el anuncio oficial el ministro de Educación, Alberto Sileoni, esté rodeado de pares de las cartera de Economía y de Educación del interior, en una suerte de blindaje político. En diálogos extraoficiales, Sileoni ofertó a UDA, SADOP, AMET, CEA y CTERA una suba en 3 cuotas del 23,5%, que fue rechazada. Los dirigentes pretenden un acuerdo "corto" con reapertura en junio para monitorear la inflación. Este martes, los cuatro primeros gremios -que piden una suba del 61% del sueldo inicial, para llevarlo de $ 3.416 a $ 5.500- mantuvieron un encuentro en la sede de la UOM con Antonio Caló, el líder de la CGT oficialista, quien prometió hacer gestiones ante el Gabinete nacional, en una suerte de mediación contra reloj, para intentar destrabar la paritaria. En este tenso marco, este martes el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, marcó la cancha. "La competencia salarial es responsabilidad de las provincias; la paritaria nacional es una referencia, porque el Estado nacional no es el empleador", enfatizó. Días atrás, titulares de Hacienda de 16 provincias mantuvieron un encuentro en Buenos Aires en el que coincidieron en tratar de imponer un techo del 25% escalonado anual a los gremios. Pero la aspiración cayó en saco roto: los planteos sindicales exceden el 35% de aumento, con reapertura de la discusión a mediados de año. Para monitorear el tenso escenario, los ministros de Economía volverán a reunirse el 26 de febrero, precisamente cuando 7 distritos tienen previsto iniciar el ciclo lectivo. Algunos ejecutivos sin embargo se desmarcaron, como el puntano Claudio Poggi, que confirmó por decreto una suba del 30% en 3 cuotas. "Participamos (de la reunión) pero no firmamos ningún compromiso, y decidimos dar un 30% para no perderle pisada al proceso inflacionario", argumentó. Por su parte, el cordobés José Manuel de la Sota enfatizó que no ofertó un incremento del orden del 30%, como trascendió, y barajó una oferta de entre el 26% y el 27%. "¿Qué pensarían los otros gobernadores si Córdoba otorga un aumento extraordinario", dijo el peronista crítico, que anoche se disponía a reunirse con empresarios y sindicalistas para evaluar el escenario posdevaluación. Desde Entre Ríos, en tanto, el justicialista Sergio Urribarri admitió que los maestros "no van a conseguir aumentos grandes". "Pero tendrán previsibilidad", afirmó, en la antesala del encuentro paritario del jueves. En paralelo, Unter anunció que no comenzarán las clases el miércoles en Río Negro, en rechazo a la suba del 20% de Alberto Weretilneck. Pese a todo, el jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, se mostró "confiado en llegar a un acuerdo con el esfuerzo máximo de la Provincia, dentro de sus posibilidades".