L
a presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibirá a principios de la semana que viene a la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT) oficialista para definir el rumbo de las paritarias de este año, luego de haber bajado la tensión con el sindicalismo afín en un encuentro a solas que mantuvo con Antonio Caló este miércoles. El metalúrgico confirmó el dato en una cumbre este jueves de la "mesa chica" de la central. Allí se anunció que el límite para las negociaciones será mantener el poder adquisitivo de los salarios y que los gremios sólo participarán en el control de precios en su propio sector y no a través de monitoreos en supermercados, como pidió la mandataria. Caló había recibido el apoyo de todo el sindicalismo tras el reto público de la Presidente por haber declarado que había trabajadores que pasaban hambre. La tensión llegó al punto de que el metalúrgico amagó con renunciar a la jefatura de la CGT, publicó Infobae.