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e la redacción de INFORME DIGITAL El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, habló de la situación política nacional y analizó el panorama económico en una entrevista con Tiempo Argentino, en la que también se refirió a Cristina Kirchner y su forma de gobernar. El mandatario entrerriano, que estuvo en la reciente Cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Cuba, describió cómo la presidenta Cristina Kirchner monitoreó el rumbo del gobierno en comunicaciones telefónicas con sus ministros mientras estaba en La Habana: "La vi muy activa. No paró un solo minuto de hablar con los miembros de su gabinete, de hablar de la realidad del país. Transmitía optimismo y una voluntad inquebrantable de seguir transformando la Argentina", contó. Luego anticipó que al llegar de la capital cubana comenzó a trabajar –junto con un equipo de especialistas de su confianza– en la redacción de un proyecto de ley: la creación del Instituto Nacional de Comercialización Agropecuaria. "Yo soy un férreo defensor de la Junta Nacional de Granos", declaró. El proyecto aparece en escena el día que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, convocó a una reunión a los exportadores de granos para este lunes en medio de las críticas por "amarrocar" stocks de soja y ante el pedido para que liquieden divisas. El proyecto del gobernador no es menor, ya que Entre Ríos es una de las provincias de perfil agro-exportador que está asociada al boom de la soja y a la demanda sostenida de otros productos agrícolas en Asia. Entre Ríos, además, fue uno de los distritos que vivió con intensidad el conflicto por la Resolución 125. Urribarri afirma que la propuesta tiene como eje fundamental mejorar la situación de los pequeños y medianos productores rurales: el Estado tendría como función garantizarles un precio más alto en la venta de sus cosechas, impidiendo la especulación de las grandes exportadoras privadas. "Queremos priorizar y preservar centralmente a los pequeños y medianos, para que puedan comercializar su producción a precios convenientes y que la especulación de los grandes no los perjudique", explicó. "El Instituto Nacional de Comercialización Agropecuaria consiste en intervenir en el mercado estableciendo reglas, precios convenientes, garantía de comercialización, y mantener a los productores viviendo en el campo", agregó. Y continuó explicando la iniciativa: “mi propuesta es crear un Instituto Nacional de Comercialización Agropecuaria. Pero para eso necesitamos empresarios que entiendan la hora que vivimos. Que entiendan que este gobierno garantiza y ha garantizado una dinámica competitiva del mercado interno, con políticas contracíclicas. Esta actitud de hoy, mezquina, especuladora, de algunos grupos económicos, tiene como único objetivo debilitar o perjudicar al gobierno. Yo, sin embargo, tengo expectativas. Nunca dejo de tener expectativas con esta actividad. Es más, en este momento tenemos un jefe de Gabinete que conoce muy bien de qué se trata, que está atrás del tema permanentemente. Es necesario encontrar la salida”. Consultado sobre la posibilidad de que los exportadores no liquiden las cosechas, Urribarri dijo tiene “la esperanza de que tengan actitud patriótica o, al menos, un poquito de actitud patriótica y no especulen. Que no perjudiquen a los que menos tienen, que no especulen perjudicando a un gobierno que ha logrado una equidad sólo vista en el gobierno de Perón. Pero, bueno, cuando toman estas decisiones no piensan en quienes más necesitan, piensan sólo en su bolsillo”. Al ser preguntado de que si se llegase a convertir en realidad la Junta que propone no sería un nuevo foco de conflicto con el campo similar a lo sucedido con la 125 en 2008, respondió: “No, no. Porque lo que proponemos implica, por sobre todo, preservar a los pequeños y medianos productores de la Argentina, que viven en el campo, para lograr que comercialicen su producción a precios convenientes y que la especulación de los grandes no los perjudique. Buscamos establecer en el mercado reglas que tengan un momento y un sitio (para vender), pero priorizando y tratando de preservar centralmente al pequeño y mediano productor que hoy vive en el campo. No a los grandes grupos que los explotan. Nuestra propuesta, humildemente, que es un Instituto Nacional de Comercialización Agropecuaria, es la expresión de eso. Consiste en intervenir en el mercado estableciendo reglas, precios convenientes, garantía de comercialización. Y que permita mantener a los productores viviendo en el campo”. Devaluación y paritarias Otro de los puntos que abordó el mandatario fue la devaluación del peso por la suba del dólar y las paritarias que se aproximan. Al referirse de la depreciación de la moneda nacional, es decir la devaluación, propuso hablar de “proceso de recuperación de competitividad para nuestra producción exportable” ya que la divisa extranjera a $8 beneficia a los exportadores. En relación a las negociaciones salariales que se vienen apostó al diálogo y la responsabilidad. –¿Qué impacto tendrá la devaluación a 8 pesos sobre el poder de compra de los salarios? –En vez de hablar de devaluación tendríamos que hablar de un proceso de recuperación de competitividad para nuestra producción exportable. Y por eso veo inentendible la acción de los exportadores. Estamos en pleno proceso de recuperación de competitividad, con un tipo de cambio muy favorable, muy satisfactorio para aquellos que venden su producción fuera del país. Puede suceder que temporalmente alguien se sienta perjudicado, pero hay que recordar lo que pasó después de la llegada de Néstor a la Presidencia: el tipo de cambio competitivo fue el motor para que se dinamizara la economía. Y hoy estamos mucho mejor que en 2003. Diametralmente mucho mejor. Por supuesto, quizá en la discusión de las paritarias esto tenga incidencia. ¿Cómo no la va a tener? Pero si seguimos creciendo, como va a suceder, se les podrá dar respuesta a todos los sectores. Eso es lo que sinceramente creo. –¿Y qué escenario vislumbra para las negociaciones paritarias? –Estas cosas siempre originan una puja. No sólo en el salario, también en los precios. Pero esto sucede únicamente cuando el país se agranda, cuando crece, porque si no hay nada para repartir, no hay nada por lo que los trabajadores puedan disputar posiciones.Yo no tengo la más mínima duda de que con el diálogo y con la actitud responsable y racional, tanto de los gobiernos provinciales como de los representantes de los trabajadores, vamos a encontrar soluciones. Y vamos a encontrar satisfacciones a las demandas en una Argentina que seguirá creciendo. Pero para que el país siga creciendo todos los sectores deberán tener actitudes patrióticas, no especulativas, como el rechazo de algunas corporaciones empresarias… –El sábado, el diario The New York Times dedicó parte de su portada a la Argentina. En el título decían que la caída del peso, por la devaluación, coincidía con un bajísimo perfil de la presidenta. La tapa de ese diario tan influyente alentó la lectura de algunos, en el país y afuera, de que la Argentina está al borde de una crisis política e incluso institucional. ¿Qué opina? –Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea están en esta intención, en el marco de un ataque a las economías emergentes, que son justamente las que hicieron políticas transformadoras que mejoraron el nivel de ingreso de sus trabajadores. Entre estas economías emergentes ubico no sólo la Argentina, sino también Brasil, Uruguay, Turquía, China, India… Hay poderes económicos muy importantes, otrora imperialistas, que pretenden volver a estos países. Que son, justamente, los países en los que crecimos con más equidad en los últimos años.