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omo en el debate por la unificación del Código Civil y Comercial, el Gobierno vuelve a dar un gesto a la Iglesia Católica al designar a uno de sus miembros al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). El anuncio fue realizado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, 20 días después de que se conociera un duro documento de la Conferencia Episcopal en el que instaba a las autoridades a tomar medidas urgentes para frenar el tráfico de drogas. Desde la Casa de Gobierno el jefe de ministros comunicó que Juan Carlos Molina fue designado al frente del organismo que se encontraba acéfalo desde la salida de Rafael Bielsa. La falta de un titular en esa dependencia era, precisamente, uno de los cuestionamientos que opositores y expertos en la materia achacaban al Gobierno a la hora de evaluar la lucha contra ese flagelo. "Molina es una persona de amplia vocación de servicio y de experiencia en el trabajo territorial", afirmó Capitanich al informar la decisión de la presidente Cristina Kirchner. Destacó, en ese sentido, su trabajo en el impenetrable chaqueño, en la misión humanitaria en Haití y la asesoría ad honorem que brindó a la ahora ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en Santa Cruz. El ministro indicó que se resolvió dar un nuevo perfil al Sedronar, y detalló que la estrategia es que "se separe el componente de seguridad del social". "La instrucción ha sido su designación para trabajar desde una óptica diferente sobre la drogadicción. El abordaje será sistémico, territorial, pero con una amplia participación ciudadana", precisó, según consignó Infobae. Según dijo, el presbítero de la diócesis de Avellaneda-Lanús deberá convocar a organizaciones que trabajen sobre la problemática de las drogas, así como a representantes de distintas religiones para llevar adelante una tarea "holística".