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a preocupación por el crecimiento del consumo de drogas y el avance del narcotráfico que los obispos de todo el país plasmaron días atrás en un duro documento volverá a ser tema de análisis este jueves durante un encuentro que los titulares de las diócesis de Entre Ríos mantendrán con el gobernador Sergio Urribarri. Será, en rigor, el segundo encuentro que un mandatario mantiene con obispos de su provincia para avanzar de manera local en el debate por el flagelo de las drogas: el lunes, Daniel Scioli acordó con una decena de ellos trabajar de manera conjunta en el combate al narcotráfico. Y respaldó el documento en el que la Iglesia argentina reclamó al Estado mayor injerencia en este grave problema. Los términos de esa proclama serán analizados este jueves en la Casa Gris en el contexto de la realidad de Entre Ríos, cuya mayor preocupación está concentrada en ciudades como Paraná, Concordia, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay, La Paz y Villaguay, entre otras. La realidad social de la provincia será también tema de análisis, por lo cual se estima que Urribarri estará acompañado de varios de sus ministros, según publicó Análisis Digital. Los tres obispos entrerrianos, Juan Alberto Puíggari (Paraná), Jorge Lozano (Gualeguaychú) y Luis Collazuol (Concordia), llegarán a la Casa de Gobierno merced al impulso de Lozano, que preside la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Argentino y es considerado uno de los portavoces más fieles del mensaje que el papa Francisco busca instalar en pos de los cambios en la sociedad. Lozano, que no sólo respalda la lucha de los ambientalistas de Gualeguaychú contra Botnia, viene advirtiendo con firmeza que "es imposible" que las bandas de narcos se expandan e instalen en el país "sin el visto bueno, sea por coima o por extorsión, de algunos funcionarios de algunos poderes ejecutivos locales". Si no se avanza en políticas contra las drogas, se está "muy cerca de una Argentina peor", dijo el obispo de Gualeguaychú, quien opinó que la ley de derribo de aviones ilegales "en principio, no resulta una solución" e insistió en que hay que reforzar los controles en las fronteras. Durante el encuentro con Scioli el lunes, los obispos compartieron la idea de que "nadie puede resolver en soledad el flagelo de la droga" y denunciaron que existen funcionarios y sectores de la política ligados al narcotráfico en el país. Para ellos, Scioli pidió "el máximo castigo".