E
l diputado nacional Fabián Rogel (UCR) presentó un proyecto de ley para reducir al 50 por ciento el monto que deberán abonar los usuarios de cooperativas de agua potable en concepto de IVA. Rogel consideró que “la inequidad del tributo, tal como se aplica actualmente reside en lo siguiente: si bien la alícuota que tributan las viviendas familiares (consumidores finales: 21 por ciento) es menor a la que abonan las empresas o comercios (27 por ciento), aquellas no tienen posibilidad de recuperar o compensar, mientras que los contribuyentes comerciantes, si son Responsables Inscriptos no pierden lo abonado en concepto de IVA, ya que el mismo se constituye como debito fiscal o pago a cuenta del impuesto”. En el caso de comerciantes monotributistas, sostuvo el legislador de Entre Ríos, “el gasto por el pago de IVA por el servicio de agua potable es incluido en el costo de producción de los bienes y servicios a comercializar”. “En estas condiciones, el consumidor final no sólo tributa por su consumo directo, sino también paga indirectamente el IVA del comerciante monotributista, que viene incluido en el precio del producto que aquél consume”, advirtió Rogel. En consiguiente, el diputado nacional sostuvo, en declaraciones enviadas a INFORME DIGITAL, que “el injusto esquema descripto, lo es aún más, si se considera que el IVA que grava la venta y el servicio de agua potable, es un tributo que principalmente pesa sobre las viviendas particulares, afectando por tanto a los que menos tienen, puesto que se encarece un servicio público esencial para la vida, la higiene, y la salud de las personas”. Sin embargo, Rogel afirmó que “desde el propio sector cooperativo se han expresado en el sentido de la inconveniencia de eximir de IVA a la prestación del servicio de agua potable por cooperativas en un 100 por ciento”. “Es que hasta tanto no se quite a este impuesto de todos los insumos necesarios para producir el agua, el IVA estará en los costos fijos de las cooperativas. Se ha expresado, con razón, que si se elimina el IVA de la facturación, serían las cooperativas las que terminarían por pagar, como consumidoras, el IVA contenido en el cloro, en todos los productos necesarios para la potabilización, y cada uno de los materiales para la distribución: desde la cañería hasta el cemento de la infraestructura”, remarcó. Rogel explicó que por este motivo su proyecto establece la reducción del 50 por ciento de la alícuota, quedando de esta en un 10,5 por ciento, “lo cual permitiría descargar el IVA de las compras con el débito fiscal obtenido por la venta del servicio, logrando un equilibrio que neutralice el impacto en el costo de producción y disminuya el monto final facturado al usuario”.