E
l gobierno de José Mujica convalidó la implementación de controles ambientales en la planta de celulosa UPM (ex Botnia) y le otorgó una nueva autorización completa hasta 2016, según lo comunicó el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Francisco Beltrame. Adicionalmente al aval para aumentar la producción, la empresa necesita renovar cada tres años este aval ambiental. El diario La República informó este domingo que "el viernes, el ministro Beltrame firmó una nueva Autorización Ambiental de Operaciones (AAO) para la planta de UPM, ya que la actual vence el próximo lunes, 4 de noviembre". Beltrame anunció que la empresa UPM viene cumpliendo con los requisitos de mejora de impacto ambiental exigidos por el Gobierno para la autorización del incremento de producción en 100.000 toneladas anuales adicionales. Uruguay condicionó el aumento de la producción de la pastera al cumplimiento de una serie de obras relacionadas con el vertido de fósforo al río Uruguay, así como de la disminución de la temperatura de los efluentes provenientes de la planta. Esas exigencias fueron aceptadas por UPM, que debió establecer un cronograma para su ejecución. El ministro de Medio Ambiente, mano derecha de Mujica, dijo que la empresa finlandesa ya está implementando algunas de las medidas exigidas. Entre las primeras acciones estuvo el control diario de la carga de fósforo en el proceso de producción. Según consignó La Nación, la resolución firmada por el ministerio pide implementar como parte del Plan de Monitoreo y Seguimiento Ambiental de la Operación del Proyecto : El control diario de la carga de fósforo que ingresa al sistema de tratamiento biológico y de la que se vierte con el efluente final. Adecuar en un plazo de tres meses las instalaciones del entorno del patio de almacenamiento de la planta, para evitar que en caso de lluvia se produzca arrastre de lodos de cal desde dicho patio en caso de ocurrencia de precipitaciones pluviales. Sistema adicional de enfriamiento para la reducción de la temperatura del efluente a verter, de forma de obtener una temperatura de salida no mayor a 30 grados.