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e la redacción de INFORME DIGITAL Pese a los frecuentes anuncios, el servicio de transporte ferroviario de pasajeros dista mucho alcanzar un nivel al menos aceptable y hasta resultaría ridículo trazar una comparación con lo que supo ser hasta antes de las privatizaciones del menemismo. El sistema de concesiones, las inversiones, el mantenimiento, la seguridad de los pasajeros, el desempeño de los motorman, todo aparece en cuestión en estos días luego del accidente protagonizado por una formación de la línea Sarmiento en la estación de Once, que además trajo al presente el recuerdo de lo ocurrido en febrero de 2012 en el mismo lugar y que le costó la vida a 51 personas. El secretario de Prensa del Sindicato La Fraternidad, Horacio Caminos, opinó que “la industria ferroviaria debe ser recuperada por el Estado nacional. No hay ninguna posibilidad de que sobreviva ni en manos privadas mi provinciales porque tiene un alto costo del mantenimiento de la infraestructura”, sentenció. En ese sentido, Caminos consideró en diálogo con Radio F5 que “más allá de las buenas voluntades si no hay una infraestructura en condiciones de poder soportar el paso de un tren no va a ser posible la competitividad con el medio carretero porque se requiere mucha plata, una inversión de 80.000 a 140.000 dólares por km anuales”, por lo cual no “hay empresa privada que esté en condiciones de hacer esa inversión y tener rentabilidad”, algo que en los hechos termina redundando en un servicio ineficientes e inseguro. Comparación con la Ley de Medios El dirigente sindical dijo que revertir esta situación requiere una ley que aborde las problemáticas del transporte de manera integral y que además implica hacer frente a intereses que se oponen al desarrollo ferroviario: “tiene que haber un marco jurídico apropiado para que esto se desarrolle con la misma fuerza, con la misma voluntad que se peleó por la Ley de Medios para luchar contra los medios hegemónicos y monopólicos”, reclamó y planteó la necesidad de “luchar por una Ley federal de transporte cuando mueren 23 personas por día casi 8.500 personas por año a raíz de los accidentes carreteros, con una carencia obvia del sistema ferroviario en general”. “Hay intereses económicos muy fuertes vinculados a la carretera, a la metalmecánica, al caucho y por supuesto al petróleo para no desarrollar el modelo ferroviario”, advirtió Caminos que recordó las privatizaciones de los ‘90 y aclaró que el problema no es económico: “el argumento para destruir los ferrocarriles era que perdían un millón de dólares por día, 360 millones de dólares por año” y sin embargo “hoy se gastan 10.000 millones para atender solamente las consecuencias de los accidentes en las carreteras”, de donde concluyó que “desde el punto de vista económico es indiscutible la necesidad de recuperar el sistema ferroviario”. Para el secretario de Prensa de La Fraternidad los anuncios sobre reactivación como los que se han visto en la Provincia hasta el momento “nunca se materializan en hechos porque una cosa es correr un trencito al 30 o 40 kilómetros por hora y otro es recuperar el sistema ferroviario que tuvimos. Cualquier servicio de pasajeros que tenga que ser puesto en marcha tiene que tener un sistema de vías que le permita a ese tren desarrollar la velocidad para atender un grado de competencia con el sistema automotor”, explicó. “Si no se sanciona una ley y la clase política no está dispuesta a hacer una ley general de transporte que posibilite la discusión del presupuesto de transporte de una forma transparente en el Congreso, para que todas las fuerzas políticas puedan opinar sobre el modelo de transporte que queremos, va a ser muy difícil luchar con los monopolios que tienen intereses monopólicos tan grandes”.