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a relación de fuerzas quedó particularmente menguada para el kirchnerismo en la Cámara de Diputados. Lejos parece haber quedado la holgura legislativa producto del amplio triunfo de octubre de 2011, a pesar de que han pasado menos de dos años. Pero lo cierto es que la amplitud de la que gozaba ya no existe, fundamentalmente en la Cámara de Diputados y es así que la Casa Rosada deberá esforzarse al máximo para conseguir la mayoría que necesita en el recinto para conseguir aprobar el proyecto de Presupuesto 2014. En principio, un conteo realizado por el Semanario Parlamentario indica que el oficialismo estaría en condiciones de alcanzar la mayoría simple, aunque de manera muy ajustada. Pero para eso debería considerarse una serie de factores. En rigor, hay varias situaciones de las que podría valerse el kirchnerismo. Para la primer alternativa, el Gobierno contaría con 127 votos seguros a favor del Presupuesto, pero le faltarían dos para alcanzar la mayoría simple (129) en caso de que todo el pleno asista a la sesión. En este número caben los 109 miembros disciplinados del Frente para la Victoria más 18 legisladores de otros bloques que le son leales al oficialismo: 7 del Frente Cívico por Santiago del gobernador Gerardo Zamora, 5 de Nuevo Encuentro, 2 del PJ-La Pampa, 2 del Movimiento Popular Neuquino del gobernador Jorge Sapag y los salteños María Cristina Fiore (Frente Renovador) y Walter Wayar (Frente Peronista Federal). A este contingente podrían sumárseles otros legisladores. Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro) posee licencia hasta diciembre pero nada le impide volver a sentarse en su banca. Desde 2011 Alfredo Olmedo (Salta Somos Todos) acompañó casi todas las leyes del Ejecutivo y siempre aportó para el quórum: de seguir alineado, el oficialismo podría sumarlo tal como lo hizo en la votación del Presupuesto 2013. Otro que prácticamente siempre jugó con el kirchnerismo fue el diputado José Brillo, pero ahora se anotó en la facción opositora del Movimiento Popular Neuquino; tal vez un diálogo con el gobernador Sapag podría inclinar la balanza hacia la Casa Rosada. También están en duda dos fueguinos. Rubén Sciutto anunció que dejará el Frente para la Victoria, pero si bien había anticipado su incorporación al Frente Renovador, en la presentación del bloque massista la última semana, él no estuvo; si no se suma a las filas de Massa y se queda como independiente, podría abrir las puertas para una negociación con el oficialismo. El que ya reconoció en otras oportunidades su disposición a condicionar su voto fue Jorge Garramuño (Movimiento Popular Fueguino), aunque hoy existen sospechas de que romperá la alianza parlamentaria con el bloque de Juliana Di Tullio; de hecho en octubre compite contra la candidata K para el Senado de la Nación. La segunda alternativa sería que, si hay muchas ausencias por parte de la oposición, sería más fácil para el kirchnerismo alcanzar una mayoría simple. La tercera es que otros diputados que podrían ser buscados por el oficialismo serían Jorge Yoma, Facundo Moyano, Omar Plaini y Blanca Blanco de Peralta y Mauricio Ibarra. Los primeros cuatro dejaron de reportar al Frente para la Victoria pero a menudo han acompañado al Gobierno, ya sea con un voto positivo o faltando a las sesiones. Tal es el caso de los sindicalistas Plaini y Moyano, que a diferencia de la oposición apoyaron la semana pasada la creación de los impuestos para financiar los cambios en el Impuesto a las Ganancias. Cabe recordar que Moyano, Plaini, y Jorge Yoma avalaron el Presupuesto 2013, aunque en una coyuntura política diferente pues ahora los últimos dos son candidatos por la oposición. Blanca Blanco de Peralta coquetea con el Frente Renovador de Massa y ya ni siquiera participa de las votaciones en la Cámara. Quizás las necesidades financieras de la provincia que gobierna su esposo puedan rever su postura en el recinto. Otro interrogante abre el sanjuanino Mauricio Ibarra, que en más de una ocasión sorprendió a sus colegas del peronismo disidente aportando jugando con el oficialismo.