D
e la redacción de INFORME DIGITAL Las declaraciones del presidente de Uruguay, José Mujica a empresarios norteamericanos en el Council of the Americas sobre la posibilidad de que UPM-exBotnia instale una nueva papelera reavivó las diferencias con Argentina. En la ciudad de Gualeguaychú la asamblea ambiental cuestionó las intenciones por el emprendimiento. En tanto, este lunes el gobernador de Entre Ríos pidió información al gobierno uruguayo por medio de la cancillería argentina. Las pretensiones de la empresa de instalar una nueva planta también motivó el repudió de dos dirigentes de Gualeguaychú, ciudad donde el conflicto con la pastera fue prolongado. Este martes, el senador nacional (FJpV) Guillermo Guastavino y el intendente de la ciudad del carnaval, Juan José Bahillo hicieron público su repudio ante la noticia de que la planta UPM (ex Botnia) superó este lunes el millón de toneladas de producción anual, incumpliendo la autorización otorgada por el gobierno uruguayo de producir un millón como tope máximo. El Senador y el jefe comunal manifestaron que se trata de “un nuevo atropello de la empresa UPM” y aseguraron que el país vecino mantiene una posición “pasiva” ante esa situación. “Esta nueva mala noticia, que no nos sorprende, no hace más que ratificar una conducta impropia de esta empresa con la complicidad de los funcionarios uruguayos. UPM continúa incumpliendo con la autorización otorgada por el gobierno de ese país. Esta empresa desoye la normativa, por lo que notamos una clara complacencia de los funcionarios uruguayos que lo permiten, por cuarto año consecutivo”, sostienen en un comunicado enviado a INFORME DIGITAL. Luego agregan: “no compartimos la lógica de la empresa y la condenamos, a la vez que consideramos inadmisible la conducta del gobierno del Uruguay. Creemos que en estas circunstancias es preferible pecar en exceso que en defecto, cuidando el medio ambiente. Cada uno prioriza en la vida y decide de qué lado quiere estar: si preservando el medio ambiente y el ecosistema, o justificando de manera mercantilista un aumento en la producción o la instalación de una nueva planta. Ha quedado demostrado que el gobierno uruguayo defiende abiertamente a la empresa. Parecen funcionarios de UPM en lugar de bregar por el bien común y la salud de sus ciudadanos”. “Que ahora el gobierno uruguayo admita la instalación de una nueva planta sobre el margen del río Uruguay, es una nueva provocación”, consideran Guastavino y Bahillo, al mismo tiempo añaden que “es una necedad plantear una tercera planta en esta región, que sólo va a generar conflicto entre países hermanos que ya han sufrido mucho con la puesta en marcha de una pastera sobre el río Uruguay sin haber consultado a la otra orilla”. Finalizan destacando la decisión del gobernador Sergio Urribarri de solicitar una audiencia con el canciller Héctor Timerman, y que se traslade tal preocupación a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.