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a cartera educativa mendocina decidió "dejar en guarda" de directivos y bibliotecarios, las obras que llegaron a escuelas desde el Plan Nacional de Entrega de Libros y el Consejo Asesor de 24 provincias, tras las denuncias por su contenido sexual y violento. La subsecretaria de Educación de Mendoza, Mónica Soto, afirmó que "en realidad no se retiran los libros de las escuelas, se dejan en guarda, para inventariarlos". Tal como se precisó en el diario La Nación, Soto dijo que el material "llegó a un 40% de las escuelas y a 20 de 135 CENS" y acotó que "es una colección excelente de literatura, no es de educación sexual, son 180 textos que recuperan toda la literatura argentina desde José Hernández con Martín Fierro, pasando por Cortázar". Asimismo, la funcionaria sostuvo que "de los 130 textos, hay 6 en los cuales se apela al género de la historieta como modo de entusiasmar a los jóvenes por la lectura, cosa que estamos muy de acuerdo, y entre esos textos hay 6 que en realidad tienen imágenes o vocabulario que ha generado toda esta polémica". Disconformidad con el contenido El tema salió a la luz esta semana, cuando directivos de algunos establecimientos educativos mendocinos manifestaron su disconformidad con el contenido de una serie de textos enviados por el Plan Nacional de Entrega de Libros. La funcionaria indicó que tomaron conocimiento de la situación a través de los medios "junto con el resto de la población", por lo que tras una reunión con el gobernador Francisco Pérez y la directora general de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer, ex viceministra de Educación de Nación en la gestión de Juan Carlos Tedesco, tomaron la decisión. "Analizamos la información de especialistas en literatura juvenil y ahí tomamos la decisión de hacer esta medida, que es precautoria, porque además esto generó un debate importante, ya que hay gente que está a favor de que estos textos estén en contacto con los chicos, mediados por adultos, docentes especializados", manifestó Soto. El descargo del director de la Editorial Aurelio Narvaja, responsable de Colihue, tildó de "prejuiciosos, incultos y cursis" a quienes criticaron la iniciativa del Ministerio de Educación.