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e la redacción de INFORME DIGITAL Mateo Chiozza salió este martes a las 8 del edificio donde vivía en la ciudad de Rosario rumbo a la Facultad para cumplir con su rutina desde hace 6 meses: el cursado de la carrera de Bioquímica. Nunca se imaginó que su departamento de la planta baja, como el resto de los pisos, iba a quedar reducido a escombros. A 12 cuadras de distancia, ya en la facultad escuchó el estruendo. “Pensé que había sido por ahí cerca. Cualquier cosa menos esto. Escuché la explosión y después me enteré que había sido en la esquina o por ahí cerca y justo iban a cambiar el regulador y calculé que era ese”. Mateo recordó en diálogo con Radio F5 que “habían puesto un cartel en la entrada de que había que cerrar todas las llaves de gas antes de las 9. Lo hice antes de irme y cuando llegué me encontré con esto”. La primera sensación fue “llegar y ver todo prendido fuego, como el fuego salía por la ventana y gente corriendo por todos lados”. Su madre fue hasta Rosario apenas se enteró de la noticia y tuvo que comprarle ropa nueva. “Quedé con lo puesto”, reconoció Mateo que recibió la ayuda de amigos hasta que pueda conseguir un nuevo lugar para vivir.