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na investigación de la Justicia federal de Concepción del Uruguay sigue provocando coletazos en el mundo ligado a los prostíbulos en la región. Lo que se inició con el rescate de siete mujeres de una whiskería de Gualeguaychú, avanzó con la detención de cuatro personas acusadas de ser tratantes de personas. Esta semana la Policía Federal de Santa Fe aprehendió a un hombre y una mujer que eran considerados los reclutadores de mujeres pobres de la vecina capital que eran llevadas clandestinamente a locales privados que estarían funcionando en la costa entrerriana del Uruguay. Se informó el Juzgado a cargo de Pablo Seró pidió a través de la Justicia federal de Santa Fe que se profundizara la pesquisa sobre personas que estarían relacionadas con la banda. Tareas de inteligencia de la Policía Federal de Santa Fe permitió localizar a una mujer de 44 años en pleno barrio Transporte, en el noreste de la ciudad “ablandando” a jóvenes para ejercer la prostitución en Concepción del Uruguay, Gualeguaychú y Colón. Se indicó que les prometían buena plata, comida, el traslado a locales privados tipo VIP, pero que a simple vista no funcionan como casas de tolerancia. El segundo operativo se llevó a cabo en el barrio Las Vegas de Santo Tomé, donde fue localizado un hombre de 25 años en la misma tarea que su compañera de ruta. Ante esto, desde la Justicia se ordenó su inmediata detención y traslado a Concepción del Uruguay, donde los dos santafesinos quedaron alojados en dependencias policiales a disposición del magistrado que investiga los casos de trata de personas. Las tareas investigativas se mantendrán en Santa Fe por parte del personal de Delitos Federales y Complejos de la Policía Federal Argentina. Marchen presos Los primeros dos hombres y dos mujeres detenidos por la localización de una menor de edad en el prostíbulo de Gualeguaychú fueron derivados a penales de la costa del Uruguay, en tanto que de las dos mujeres, una de ellas sería la organizadora de la banda, se las trasladó a la Unidad Penal Nº 6 de Paraná. En tanto, los dos últimos reclutadores, seguirían la misma suerte, habida cuenta deque las pruebas recolectadas los ubican en las tareas reprimidas por la ley nacional. A su vez, las fuerzas de seguridad tienen orden de localizar los locales privados donde mutarían los prostíbulos que funcionarían de modo reservado en distintas ciudades.