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as turbinas de la represa hidroeléctrica de Salto Grande recibían el nombre de las hijas de los interventores militares del complejo, y luego de una gestión realizada por la ex detenida política Lidia Subosky a través de la Delegación de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Concordia en el año 2009, finalmente este viernes se procedió a retirar esas placas en una acción calificada como de “Justicia Histórica”. A pesar de lo que representa para la sociedad dicho acto, la Subsecretaría de Derechos Humanos local remarcan que “se realizó a escondidas, sin participación de la prensa, ni de organismos de derechos humanos o instituciones de Concordia". A instancia de un reclamo realizado por Subosky, el entonces presidente de CTM, Juan Carlos Chagas, resolvió que se convoque al Concejo Deliberante de Concordia a debatir los nuevos nombres a otorgarle a las turbinas, y en esa oportunidad, se le cambió a una de ellas el nombre por La Delfina, en homenaje a la compañera de Pancho Ramírez. Luego de esta acción iniciada en el año 2009, no hubo mayores avances hasta este viernes 31 de mayo de 2013 donde se realizó un acto de relevancia histórica, con la orden de retirar las placas que rendían tributo a los militares que fueron interventores de la obra y de CTM durante la última dictadura militar. Esta acción de reparación histórica, rememora “con las diferencias del caso, el día en que el ex presidente Néstor Kirchner ordenó descolgar el cuadro de Videla y Bignone en el Colegio Militar”, subrayaron desde la Delegación concordiense de Derechos Humanos, remarcando que “el hecho pasó prácticamente inadvertido, lo que resulta llamativo”. En este sentido, el titular del organismo, Rubén Bonelli, enfatizó “es un acto importantísimo, que tiene un valor simbólico histórico”, y cuestionó que “no se convocó ni a los organismos de Derechos Humanos, ni a las Madres, ni a Familiares, ni a la prensa”. Según comentó Bonelli “la noticia en sí trascendió dado que fue cubierta por un sólo medio, un diario digital de la ciudad de Federación y en ese medio se destaca que el Delegado Argentino ante CTM, Néstor Berterame, señaló el hecho como de ‘Justicia histórica’. No obstante ello, salvo Berterame, Stola y trabajadores de la represa, no hubo otros testigos de ese hecho”, dijo el titular de la Delegación de Derechos Humanos de Concordia. Por último, Bonelli expresó su descontento por no hacerse público dicho acto, señalando que “retiraron las placas, pero que nadie se entere. Es como si lo hubieran hecho a escondidas, como si no lo hubieran querido a hacer, o tuvieran miedo de contar lo que hicieron”, aseveró a Diario Río Uruguay.