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oniendo en contexto el conflicto, el delegado de los trabajadores del frigorífico, Juan Torres, recordó: "Es porque un grupo de ellos (empleados) alrededor de ocho, pidió la quiebra para cobrar una deuda que los propietarios de la planta mantiene con ellos" y agregó que "se trata de obreros que habían arreglado por afuera y la empresa no cumplió. La primera quiebra había sido levantada en febrero, lo que edificó las esperanzas de que se reactivara el frigorífico". Al mismo tiempo, según se consignó en APF, Juan Torres manifestó que “ahora hay que ver si la pueden vender, otra cosa no queda”. Aunque se trata de una planta que “está en condiciones de funcionar”, actualmente permanece clausurada “con la faja puesta”. El delegado estimó que entre 32 y 33 obreros se encuentran sin su fuente laboral por esta situación. En este sentido, Torres reconoció que “los compañeros más jóvenes por suerte pudieron conseguir otro trabajo, pero para nosotros, los más veteranos, es difícil”. Y admitió que la expectativa está en que “alguien compre el frigorífico” y pueda reactivarlo.